Apremiado por un peligroso repunte de contagios, Estados Unidos aplicará a trabajadores federales nuevos protocolos de vacunación contra la Covid-19.

Según anticipó el diario The Hill, el gobierno anunciará hoy las medidas para que más estadounidenses se vacunen, ya que el presidente Joe Biden achacó la culpa del aumento de la enfermedad a los que aún no se inmunizaron.

La Casa Blanca tomará una medida probablemente similar a lo que el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, quien obligará a los trabajadores de la urbe a vacunarse a mediados de septiembre o someterse a pruebas semanales.

EE.UU. podría registrar en las próximas cuatro a seis semanas un incremento de hasta 200 mil casos de Covid-19 diarios por la alta transmisibilidad de la variante delta, causante aquí del 83 por ciento de las nuevas infecciones.

El exdirector de los Centros de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) el doctor Tom Frieden advirtió que el país se acerca a un momento difícil ante la posibilidad de que se cumplan los pronósticos.

Solo la mitad de la población estadounidense está parcialmente vacunada, revelaron datos de los CDC, y la mayoría de los que no lo están en absoluto piensan hacerlo, arrojó una encuesta de Axios-Ipsos publicada la semana pasada.

Durante la celebración del 4 de julio, Biden aseguró que Estados Unidos volvía a la vida y estaba 'más cerca que nunca' de declarar su independencia del virus. 
Sin embargo, a menos de un mes después la elevación de las tasas de casos de Covid-19 ponen en duda los planes de reapertura de escuelas y lugares de trabajo.

El gobierno esperaba inmunizar al menos al 70 por ciento de la población adulta antes del Día de la Independencia, pero el objetivo se incumplió.

'Es realmente una pandemia entre los no vacunados', lamentó el doctor Anthony Fauci, principal asesor médico de Biden al advertir que Estados Unidos transita 'en sentido equivocado'.

En la actualidad, con más de 5.100.000 casos activos, EE.UU. registra casi 35.400.000 enfermos y más de 627.300 decesos, de acuerdo con rastreadores en línea de la pandemia.

Estas cifras representan las peores en cuanto a número de infecciones y muertes comparado con el resto de los países del mundo.