Un documento interno de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. refleja las adecuaciones de la comunicación pública respecto a la eficacia de las vacunas atentos al incremento de las infecciones en todo el país.
La variante delta del coronavirus parece causar una enfermedad más grave que las variantes anteriores y se propaga tan fácilmente como la varicela, según un documento interno de los CDC .
El texto sostiene que los funcionarios deben reconocer que la tarea de persuasión pública ha cambiado respecto a las medidas de vacunación y prevención, incluyendo el uso de barbijos [en adelante máscaras] a medida que en Estados Unidos aumentan los casos.
Además, la presentación interna se detiene en una nueva investigación cuya conclusión advierte que las personas vacunadas pueden propagar el virus.
El documento confidencial al que tuvo acceso el diario The Washington Post contiene un llamado a renovar con urgencia el mensaje público de los CDC para enfatizar la vacunación como la mejor defensa contra la variante delta a tal extremo contagiosa que actúa casi como un nuevo virus, más rápido que el ébola o el virus del resfriado común.
Cita una combinación de datos aún no publicados de investigaciones de brotes y estudios del exterior en que las personas infectadas con delta, vacunadas o no vacunadas, pueden transmitir el virus con la misma facilidad.
Las personas vacunadas o no infectadas con delta tienen cargas virales similares.
“Terminé de leerlo significativamente más preocupado que cuando comencé”, escribió en un correo electrónico Robert Wachter, presidente del Departamento de Medicina de la Universidad de California, San Francisco.
Los científicos de los CDC se alarmaron tanto por la nueva investigación que a principios de esta semana cambiaron la guía para las personas vacunadas con anticipación a la difusión pública de las novedades científicas que lo justificaban.
Los datos y estudios citados en el documento desempeñaron un papel clave en el replanteo de las recomendaciones dirigidas a vacunados y no vacunados para el uso de máscaras en interiores de entornos públicos, dijo un funcionario de salud federal.
Ese funcionario le dijo a The Post que los datos se publicarían completos el viernes pasado. La directora de los CDC, Rochelle Walensky, los informaría en privado al Congreso el día anterior.
El trabajo indica que en comparación con las personas más jóvenes –y con independencia del estado de vacunación- existe un mayor riesgo de hospitalización y muerte entre los grupos de mayor edad y a su vez calcula que entre los 162 millones de estadounidenses vacunados se producirán por semana alrededor de 35.000 infecciones sintomáticas.
El documento describe los "desafíos de comunicación" alimentados por casos en personas vacunadas y las preocupaciones de las filiales locales de los CDC. Ambos factores replantean los argumentos relacionados con la efectividad de las vacunas contra el coronavirus de cara a un público convencido en el no funcionamiento de las vacunas y en la necesidad de las dosis de refuerzo.
La presentación destaca la abrumadora tarea que enfrentan los CDC para exponer la eficacia comprobada de las vacunas para prevenir enfermedades graves y la muerte, sin perder de vista al mismo tiempo que pese a todo las infecciones más leves pueden no ser tan raras y que los individuos vacunados están transmitiendo el virus.
“Aunque sea raro, creemos que las personas vacunadas pueden transmitir el virus, razón por la cual actualizamos nuestra recomendación”, según el funcionario federal de salud, quien habló bajo condición de anonimato.
El 13 de mayo, se comunicó que las personas vacunadas podían prescindir de las máscaras en interiores o exteriores.
La nueva guía refleja un replanteo estratégico frente a la variante delta. Incluso las personas que están vacunadas deben usar máscaras en interiores o cuando estén en presencia de personas que son particularmente vulnerables a infecciones y enfermedades, dijeron los CDC.
El documento sugiere la adopción de una nueva estrategia comunicacional atenta a que la confianza del público en las vacunas puede verse socavada cuando las personas experimentan o escuchan sobre casos que los funcionarios de salud pública describen como raros.
Matthew Seeger, un experto en comunicación de riesgos de la Universidad Estatal de Wayne en Detroit, dijo que la falta de comunicación sobre las infecciones emergentes ha resultado problemática. El especialista atribuye el inconveniente al énfasis con que los funcionarios de salud pública destacaron la eficacia de las vacunas; plantear que no son perfectas puede parecer una traición.
“Hicimos un gran trabajo cuando anunciamos al público que estas son vacunas milagrosas”, dijo Seeger. "Es probable que hayamos caído en la trampa del exceso de seguridad, uno de los desafíos que atraviesa cualquier comunicación en tiempos de crisis".
La guía de máscaras revisada de los CDC no cumple con la exigencia del documento interno. “Dada una mayor transmisibilidad y la cobertura actual de la vacuna, el enmascaramiento universal es esencial para reducir la transmisión de la variante Delta”, afirma.
El documento si bien deja en claro que la vacunación proporciona una protección sustancial contra el virus, también establece que los CDC deben “mejorar las comunicaciones sobre el riesgo individual entre [los] vacunados” porque ese riesgo depende de factores como la edad y el compromiso del sistema inmunológico, entre otros.
En otros párrafos incluye datos de estudios de los CDC en que las vacunas no son tan efectivas en pacientes inmunodeprimidos y residentes de hogares de ancianos, factores que harían necesaria una dosis adicional en estas poblaciones.
El documento interno contiene parte de la información científica que influyó en los CDC para cambiar su guía de máscaras. La agencia CDC enfrentó esta semana críticas de expertos externos cuando modificó la guía sin revelar los datos, medida ésta que violó las normas científicas, dijo Kathleen Hall Jamieson, directora del Centro de Políticas Públicas Annenberg de la Universidad de Pensilvania.
“Cuando eres un funcionario de salud pública, no puedes decir 'confía en nosotros, lo sabemos, no podemos decirte cómo'”, dijo Jamieson. “La norma científica sugiere que cuando haces una declaración basada en la ciencia, muestras la ciencia.” A continuación, agrega: “no parecen sinceros sobre hasta qué grado la expansión [de la variante delta] está produciendo hospitalizaciones".
La progresión de los casos es previsible, afirma el informe de los CDC, y es probable que aumenten en proporción a las muchas personas ahora vacunadas. En este punto se hace eco de las experiencias de otras latitudes, por ejemplo Singapur, país altamente vacunado, donde un estudio informa que el 75 por ciento de las nuevas infecciones ocurren en personas que están parcial y totalmente vacunadas.
El documento de los CDC cita como uno de los desafíos el escepticismo sobre las vacunas: “La convicción del público en las vacunas ya no funciona”, asevera una de las primeras diapositivas de la presentación. En ésta se hace referencia a un brote en el condado de Barnstable, Massachusetts, donde las personas vacunadas y no vacunadas arrojaron cantidades casi idénticas de virus.
A Walter A. Orenstein, director asociado del Centro de Vacunas de Emory, le sorprendió que las personas vacunadas que se infectaron con delta portaban tanto virus como las no vacunadas.
"Creo que esto es muy importante para cambiar las cosas", dijo Orenstein.
Según The Washington Post, un colaborador de los CDC en las investigaciones de la variante delta afirmó que los datos del informe provenían de un brote ocurrido el 4 de julioen Provincetown, Massachusetts.
El análisis genético mostró que las personas vacunadas estaban transmitiendo el virus a otras vacunadas. El informante dijo que los datos eran "profundamente desconcertantes".
Si la guerra cambió, según afirma el CDC, también lo ha hecho el cálculo del éxito y el fracaso. El contagio extremo del delta hace que la inmunidad colectiva sea un objetivo más desafiante, dijeron expertos en enfermedades infecciosas.
Jeffrey Shaman, epidemiólogo de la Universidad de Columbia, escribió después de revisar las diapositivas de los CDC: "creo que el problema central radica en el probable involucramiento de las personas vacunadas en la transmisión del delta".
“En cierto sentido, ahora la vacunación implica protección personal: protegerse uno mismo contra enfermedades graves. La inmunidad colectiva no es relevante, ya que estamos viendo muchas pruebas de infecciones repetidas y progresivas".
El documento subraya lo que los científicos y expertos dijeron durante meses: es hora de cambiar la forma en que la gente piensa sobre la pandemia.
Kathleen Neuzil, experta en vacunas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, dijo que vacunar a más personas sigue siendo prioritario, pero es posible que la población también deba cambiar su relación con un virus que casi con seguridad convivirá con la humanidad en el futuro previsible.
“Debemos orientarnos hacia el objetivo de prevenir enfermedades graves, discapacidades y consecuencias médicas, en vez de preocuparnos por cada virus detectado en la nariz de alguien”, dijo Neuzil." Aunque sea difícil debemos adaptarnos al coronavirus que continuará entre nosotros".
