Dado que la pandemia continúa propagándose en el país, se prolongaría y ampliaría la emergencia que comenzó en julio para Tokio, Osaka, Okinawa y otras tres regiones.
El gobierno japonés decidió ayer lunes que el ´estado de emergencia´ para frenar los crecientes casos de COVID-19 continuará hasta el 12 de septiembre en lugar de terminar a fines de este mes como se planeó inicialmente.
Las medidas se aplicaron a lo largo de los Juegos Olímpicos de Tokio recientemente concluidos, que se llevaron a cabo sin público en los estadios. Con la última extensión, la emergencia seguirá vigente en los Juegos Paralímpicos de Tokio, que abren el 24 de agosto y cierran el 5 de septiembre.
``El aumento de las infecciones está alcanzando niveles alarmantes'', dijo a los periodistas el primer ministro Yoshihide Suga después de reunirse con otros ministros sobre la medida.
La decisión se hará oficial el martes, dijo Suga, y agregó que reforzar la atención hospitalaria era ``una prioridad'' y que las personas que esperaban en casa para ser hospitalizadas estaban recibiendo chequeos por teléfono.
La emergencia de Japón se centra en pedir a los restaurantes y bares que cierren a las 8:00 pm y que no sirvan alcohol. La medida también se ampliará para aplicarse a varias prefecturas como Kioto, Hyogo y Fukuoka, actualmente bajo una advertencia menos severa de ``cuasi-emergencia''.
Los casos reportados diariamente han alcanzado niveles récord en muchas áreas; para elcaso de Tokio rondaron los 5,000 cada día durante la última semana.
Alcaldes y gobernadores locales instaron al gobierno nacional a que declare las emergencias con el fin de enviar un mensaje más fuerte para disuadir a la gente de salir.
``Creemos que la situación ha llegado a un estado extremadamente grave y crítico que pone en riesgo la vida humana '', dijo Eikei Suzuki, gobernador de la prefectura de Mie, en el centro de Japón, donde el número de infecciones ha aumentado últimamente.
Solo alrededor de un tercio de la población del país se vacunó por completo, pese a la intensa propagación de la variante delta altamente infecciosa. El lanzamiento de la vacuna en Japón tuvo un comienzo relativamente tardío y avanza a un ritmo que es uno de los más lentos entre las naciones industrializadas.
Los críticos dicen que el gobierno no hizo lo suficiente para responder a la crisis de la Covid-19 con la organización adecuada del sistema hospitalario.
Japón supera las 15,000 muertes relacionadas con COVID-19. Los informes de los medios japoneses muestran a personas atrapadas en ambulancias durante horas buscando un hospital que las acepte.
