La inflamación neonatal se asocia con una mayor excitabilidad de la médula espinal y una actividad cerebral evocada después de la estimulación táctil y nociva. Los indicios tempranos dan cuenta que esta hiperalgesia podría mantenerse después de la inflamación,
En un nuevo estudio publicado por Nature Communications*, se observaron 65 bebés recién nacidos a los que se les había realizado un análisis de sangre estándar para buscar signos de posible infección.
Los investigadores continuaron con la búsqueda de signos de dolor o malestar cuando los resultados de los análisis sugirieron que los bebés podrían tener alguna infección, situación ésta que requirió aumentar el tratamiento con antibióticos, .
Los bebés con marcadores de laboratorio de inflamación asociada con infección (niveles elevados de proteína C reactiva-PCR en la sangre) mostraron más sensibilidad al dolor. En respuesta a un análisis de sangre por punción en el talón clínicamente requerido, la medición registró los cambios en la actividad cerebral de cada bebé, el movimiento que ocasiona el retiro del reflejo de la pierna, la expresión facial y la frecuencia cardíaca.
También eran más sensibles al tacto, hecho que concuerda con los informes clínicos que advierten mayor irritabilidad de los bebés por causa de las infecciones.
Si bien los signos conductuales de dolor, como las muecas faciales, no parecen exagerados por la presencia de inflamación, esto podría deberse al mayor letárgo y fatiga derivado del combate a la infección por parte de los bebés.La Dra. María Cobo de la Universidad San Francisco de Quito -Colegio de Ciencias Biologicas y Ambientales- Ecuador, e investigadora posdoctoral que dirigió el estudio, declaró:
"una mayor sensibilidad al dolor parece durar más que la infección, lo que destaca la importancia de revisar y mejorar de manera constante la atención que brindamos al recién nacido".
El estudio sugiere además que una mayor sensibilidad al dolor puede mantenerse después de haberse tratado la infección, posibilidad que respaldaría los análisis de laboratorio que muestran la influencia a largo plazo de la infección temprana en la sensibilidad al dolor podría extenderse hasta la adultez.
Rebeccah Slater, profesora de neurociencia pediátrica de la Universidad de Oxford, dijo: "Se cree que alrededor del 10% de los bebés padecen infecciones después del nacimiento, y es importante advertir que pueden ser más sensibles al dolor cuando se manipulan y cuidan en el hospital. Como los bebés no pueden decirnos cuándo sienten dolor, encontrar formas de medir el dolor, incluida la observación de su actividad cerebral , es esencial para mejorar la atención clínica ".
Los autores consideran que alentará a los médicos el saber que los bebés con infecciones pueden ser más sensibles al dolor; este conocimiento les permitirá amortiguar las incomodidades de los tratamientos relacionados con infecciones comunes, con importante repercusión saludable tanto para los bebés como para sus padres.
* Nature Communications
Early life inflammation is associated with spinal cord excitability and nociceptive sensitivity in human infants
Maria M. Cobo, Gabrielle Green, Foteini Andritsou, Luke Baxter, Ria Evans Fry, Annika Grabbe, Deniz Gursul, Amy Hoskin, Gabriela Schmidt Mellado, Marianne van der Vaart, Eleri Adams, Aomesh Bhatt, Franziska Denk, Caroline Hartley, Rebeccah Slater
8 de julio, 2022
https://www.nature.com/articles/s41467-022-31505-y
