Caminar para hacer ejercicio a un ritmo que induce dolor o molestias mejora la capacidad de desplazamiento de las personas con enfermedad arterial periférica (EAP), según informa la nueva investigación publicada hoy en la revista Journal of the American Heart Association *, órgano oficial de la American Heart Association.
La EAP por lo general, afecta las piernas y los pies y causa síntomas como calambres, debilidad, fatiga, dolor y molestias que desaparecen a los 10 minutos de descanso.
Investigaciones anteriores hallaron que caminar para hacer ejercicio, y en particular en una máquina bajo la supervisión de personal especializado, mejora la capacidad y la distancia recorrida entre los pacientes con EAP.
Si embargo, quedaban por dilucidar los efectos potenciales de caminar a un ritmo que indujera síntomas como dolor en las piernas motivados por la velocidad, la fuerza y ??el equilibrio.
Participantes elegidos
El presente estudio examinó los efectos de caminar en el hogar con la intención de hacer ejercicio. Participaron 264 personas con EAP que formaban parte del ensayo clínico aleatorizado Intervención de Ejercicio de Baja Intensidad en EAP (LITE, por sus siglas en inglés).
Desde septiembre de 2015 hasta diciembre de 2019, los participantes de LITE se inscribieron en cuatro centros médicos de EE.UU. La edad promedio fue de 69 años; 48% eran mujeres y 61% adultos negros.
Los investigadores asignaron a los participantes en forma aleatoria a uno de tres grupos durante 12 meses:
+ 38% caminaba en casa a paso cómodo;
+ 41% a un ritmo que inducía síntomas en las piernas;
+ 21% no caminaba para hacer ejercicio.
Los dos primeros grupos usaron un ActiGraph, dispositivo que monitoreaba la intensidad de su caminata y el tiempo que invertían.
Se definieron umbrales personalizados para la intensidad de ActiGraph que correspondían a caminar para hacer ejercicio a un ritmo que inducía síntomas en las piernas (alta intensidad) y de manera cómoda, sin síntomas en las piernas (baja intensidad).
Los participantes asignados al azar al ejercicio usaron su dispositivo ActiGraph durante la actividad de ejercicio de caminata y cargaron datos sobre la frecuencia, intensidad y duración de la actividad en el sitio web del estudio.
Al comienzo del estudio y a los 6 y 12 meses, debieron completar tres pruebas de velocidad de las piernas al caminar según las distancias recorridas:
cuatro metros al ritmo habitual y más rápido y la prueba física corta conformada por una velocidad de marcha de cuatro metros al ritmo habitual, una prueba de equilibrio de pie y el tiempo para cinco subidas repetidas a la silla.
Los hallazgos clave fueron:
los participantes cuyo ritmo de caminata implicó dolor o molestias en las piernas anduvieron a los 6 y 12 meses, 3.35m y 4.87m, respectivamente, por minuto más rápido en comparación con quienes no sintieron dolor ni molestias en las piernas.
Respecto a los que no hacían ejercicio, los participantes del grupo que caminaban para hacer ejercicio a un ritmo que les provocaba dolor o malestar en las piernas caminaron casi 4m por minuto más rápido a los 6 meses; sin embargo, este aumento no fue significativo a los 12 meses.
Las personas que a los 12 meses, caminaban para ejercitarse con dolor o molestias alcanzaron casi 1 punto más en la suma de las tres pruebas de función de las piernas (la batería corta de rendimiento físico), sobre un total de 13 puntos, en comparación con quienes lo hacían a un ritmo cómodo sin acusar molestias.
Para los que caminaban con el fin de hacer ejercicio a un ritmo cómodo, no hubo mejoría en la velocidad de la marcha a los 6 o 12 meses en comparación con los que no hacían ejercicio.
"Nos sorprendieron los resultados porque se pensó que caminar para hacer ejercicio a un ritmo que induce dolor en las piernas de las personas con EAP está asociado con daño a la musculatura de las piernas", dijo la autora principal del estudio, Mary M. McDermott, de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, Chicago.
"En base a estos resultados, los médicos deben aconsejar a los pacientes que caminen para hacer ejercicio a un ritmo que provoque molestias en las piernas, en lugar de hacerlo a un ritmo cómodo y sin dolor".
“El ejercicio que provoca dolor en las piernas es beneficioso, aunque difícil”, dijo McDermott. “En estos momentos trabajamos para lograr que el ejercicio de mayor intensidad sea más fácil, y aún beneficioso, para las personas con EAP”.
Es importante señalar que los participantes del estudio caminaron en casa, razón por la cual los resultados pueden no aplicarse a a una cinta rodante en presencia de un profesional de la salud, mecanismo estándar de atención y terapia de primera línea, según las guías de práctica clínica.
Por otra parte, los resultados del informe no fueron pre-especificados para este ensayo clínico; en consecuencia, los autores reconocen que sus hallazgos deberían ser confirmados por futuras investigaciones.
En mayo de 2022, la American Heart Association y 24 organizaciones colaboradoras presentaron la guía PAD National Action Plan (Plan de Acción Nacional EAP) para ayudar en la prevención de las complicaciones de la EAP, el tratamiento del riesgo cardiovascular y la mejora de la calidad de vida para las personas que viven con la enfermedad.
“EAP es una condición médica que permite una vida activa y prolongada”, dijo Joshua Beckman, especialista voluntario de la American Heart Association, integrante del grupo de redacción del Plan de Acción Nacional EAP director de la Sección de Medicina Vascular y profesor de medicina de la Universidad de Vanderbilt. Tennessee, EE.UU. “Si nota que al caminar siente dolor o aumenta la dificultad para seguir el ritmo de los demás hable con un médico y descríbale cuándo sucede y cómo se siente”.
* Journal of the American Heart Association
Effects of Walking Exercise at a Pace With Versus Without Ischemic Leg Symptoms on Functional Performance Measures in People With Lower Extremity Peripheral Artery Disease: The LITE Randomized Clinical Trial
Michael M. Hammond, Bonnie Spring, W. Jack Rejeski, Robert Sufit, Michael H. Criqui, Lu Tian, Lihui Zhao, Shujun Xu, Melina R. Kibbe, Christiaan Leeuwenburgh, Todd Manini, et al.
27 de julio, 2022
https://doi.org/10.1161/JAHA.121.025063