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Relacionan el consumo de alcohol de las mujeres embarazadas con rasgos faciales alterados de sus hijos
Human Reproduction Róterdam, Países Bajos 16 Febrero, 2023

La exposición prenatal al alcohol antes y durante el embarazo, incluso en niveles bajos (<12 g por semana), se asoció con los rasgos faciales modificados de los niños que se atenuaron al aumentar sus edades.

Human ReproductionEl estudio publicado por la prestigiosa revista Human Reproduction * aclara que las mujeres embarazadas (o que lo desean) abandonan el consumo de alcohol varios meses antes de la concepción y por completo durante el embarazo para evitar resultados que afecten la salud de su descendencia.

Según los autores, el trabajo es pionero en detectar la asociación de la forma alterada de las caras de hijos cuyas madres bebieron alcohol hasta tres meses antes de quedar embarazadas.
El estudio encontró que la alteración se producía incluso si las madres bebían menos de 12 g de alcohol a la semana, equivalente a un vaso pequeño de vino de 175 ml o 330 ml de cerveza.


El trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF) se define como una combinación de retraso del crecimiento, deterioro neurológico y desarrollo facial anormal reconocible.
Los síntomas incluyen deterioro cognitivo, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, dificultades de aprendizaje, problemas de memoria y de comportamiento, retrasos en el habla y el lenguaje. Es sabido que el TEAF es causado por el consumo de alcohol de la madre durante el embarazo, en particular cuando es excesivo. Sin embargo, hasta ahora se sabía poco acerca de las consecuencias del bajo consumo de alcohol en el desarrollo facial de los niños y, por tanto, en su salud.

Las madres participantes 
Fueron seleccionadas todas las mujeres que vivían en el área deRotterdam, Países Bajos, que dieron a luz entre abril de 2002 y enero de 2006.
Presididos por Gennady Roshchupkin, profesor asistente del grupo de biología computacional del Erasmus Medical Centre (Centro Médico Erasmus), Rotterdam, Países Bajos, los investigadores utilizaron inteligencia artificial (IA) y profundizaron conocimientos adquiridos para analizar imágenes tridimensionales tomadas a 3149 y 2477 niños de nueve  y 13 años, respectivamente. 
Los pequeños formaron parte del Generation R Study (Estudio Generación R) de los Países Bajos, investigación poblacional aún en curso de mujeres embarazadas y sus hijos, abarcativa de la vida fetal en adelante.

Para esta tarea, los autores crearon un algoritmo basado en IA, que obtiene imágenes 3D de alta resolución del rostro y produce 200 mediciones o rasgos de personalidad. El desarrollo busca asociaciones con la exposición prenatal al alcohol con la generación adicional de  mapas de calor que muestra las características faciales particulares asociadas con el alcohol consumido por las madres.

Los consumos de alcohol
La información sobre el consumo materno de alcohol se obtuvo a partir de cuestionarios que completaron las mujeres al principio, en la mitad y al final del embarazo.
Los investigadores conformaron tres grupos de madres compuestos por quienes no bebieron antes o durante el embarazo (grupo de control), lo hicieron durante los tres meses anteriores pero abandonaron al embarazarse y las que bebieron durante el embarazo (incluidas las que continuaron durante el primer trimestre del embarazo), y las que persistieron con la bebida durante todo el embarazo.

El informe relata la asociación estadísticamente significativa entre la exposición prenatal al alcohol y el aspecto de la cara en los niños de nueve años. Cuanto más alcohol bebieron las madres, los cambios estadísticos aumentaban de manera significativa. Los más comunes fueron la punta de la nariz hacia arriba, la nariz acortada, el mentón resaltado y el párpado inferior descendido, según informa Xianjing Liu, primer autor del estudio y creador del algoritmo.

En el grupo de madres que bebieron durante el embarazo,  -incluso menos de 12 g por semana- fue posible observar la asociación entre la exposición al alcohol y los rasgos faciales de los niños. Para los autores, esta es la primera vez que se muestra una asociación con niveles tan bajos de consumo de alcohol. 

El vínculo entre el consumo de alcohol y la forma de la cara fue mermando con el aumento de la edad hasta carecer de relevancia cuando los investigadores observaron los datos cuando los niños alcanzaron los 13 años.

Es posible que a medida que  por los patrones de crecimiento normales, el aumento de la edad provoque la disminución de los cambios u opacarse; sin embargo, para Roshchupkin "eso no significa que el efecto del alcohol sobre la salud también desaparezca. Por lo tanto, es crucial enfatizar que no existe un nivel seguro establecido de consumo de alcohol durante el embarazo y que es recomendable dejar de beber alcohol incluso antes de la concepción para garantizar resultados de salud óptimos tanto para la madre como para el feto en desarrollo”.

Entre las limitaciones de la investigación los autores reconocen que no hubo datos sobre el alcohol consumido con anterioridad al trimestre previo del embarazo y que las madres pudieron no haber completado correctamente el cuestionario sobre sus hábitos de bebida, posiblemente para subestimar su consumo. Por otra parte, al reconocerse como estudio observacional, no está en condiciones de confirmar que el consumo de alcohol provoque los cambios en las formas de la cara, sino solo que está asociado a ellos.


* Human Reproduction
Association between prenatal alcohol exposure and children's facial shape: a prospective population-based cohort study 
X Liu, M Kayser, S A Kushner, H Tiemeier, F Rivadeneira, V W V Jaddoe, W J Niessen, E B Wolvius, G V Roshchupkin
16 de febrero, 2023
https://doi.org/10.1093/humrep/dead006

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