El análisis de los datos de un estudio que involucró 22,976 hombres y mujeres comprobó que los riesgos riesgos extremos de salud de los individuos noctámbulos se relacionan de manera preponderante con los hábitos de fumar y beber.

El trabajo finlandés de la revista Chronobiology International * se centró en la replicación constructiva de los hallazgos del estudio Biobanco del Reino Unido; para tal fin, incluyó desde el inicio adultos más jóvenes y un seguimiento de mayor tiempo (entre 1981 y 2018). Es decir, monitoreó durante más de 37 años los factores del estilo de vida de sus participantes.

El estudio abordó en una población gemela de 24 años o más, la asociación entre el cronotipo (evaluado al inicio de la investigación) y la mortalidad por todas las causas y por causas específicas (cardiopatías isquémicas, otras cardiopatías, enfermedades cerebrovasculares, otras enfermedades del sistema circulatorio, demencia y Alzheimer, muertes por alcohol y por cáncer de pulmón).

Los dos autores del Instituto Finlandés de Salud Ocupacional (Finnish Institute of Occupational Health) de Helsinki, indican en su estudio que el cronotipo tiene un impacto mínimo o nulo en la mortalidad.

Además, el mayor riesgo de mortalidad observado entre los individuos caracterizados como definidos del tipo "nocturno" parece atribuirse principalmente a un mayor consumo de tabaco y alcohol, en contraste con aquellos que inequívocamente pertenecen al tipo "matutino".

El cronotipo es la expresión fenotípica del ritmo circadiano innato de un individuo, es decir, la parte del día entre la mañana y la tarde preferible para llevar a cabo sus actividades.
El cronotipo tardío se asocia con una preferencia vespertina para desarrollar actividades y un horario de sueño más tardío. El sueño deficiente crónico, se asocia con muchos resultados negativos para la salud, con características más comunes en la noche que en la mañana.
Los factores genéticos influyen en diversos aspectos del sueño, incluida la calidad, duración y cronotipo (también llamado tipo diurno).

Un creciente cuerpo de evidencia sugiere que tanto la duración como la calidad del sueño, así como el trabajo nocturno, tienen un impacto en la salud general.
Estudios previos correlacinaron la condición de noctámbulo con  el riesgo elevado de varias condiciones de salud, en particular cardiovasculares.

En 2018, el estudio Biobanco del Reino Unido, que siguió a individuos durante un período de 6,5 años, reveló que las personas clasificadas como del tipo nocturno presentaban un ligero aumento en el riesgo de mortalidad por todas las causas, incluidas las cardíacas.

La motivación para el estudio actual surgió de la investigación anterior, ya que los autores tenían como objetivo explorar factores como el alcohol y el tabaco, no medidos en los trabajos previos.

Así fue como el estudio Twin Cohort de la Universidad de Helsinki, Finlandia, rastreó entre 1981 y 2018, una cohorte de 22,976 hombres y mujeres con 24 años de edad o más.

Al iniciarse el estudio los participantes recibieron cuatro opciones de respuesta referidas a su cronotipo:
"Soy inequívocamente una persona mañanera", "soy un poco una persona mañanera", "Soy inequívocamente una persona nocturna" y "Soy un poco una persona nocturna".

En el seguimiento efectuado en 2018, los investigadores buscaron precisar si alguno de ellos había fallecido. Esta evaluación se realizó mediante el cruce de los datos proporcionados por los registros a nivel nacional.

Los autores consideraron varios factores como la educación, el consumo diario de alcohol, el estado y la cantidad de fumadores, el IMC (índice de masa corporal) y la duración del sueño como parte de su análisis.

Los resultados indicaron que 7591 participantes del estudio se consideraron como del tipo nocturno "hasta cierto punto", mientras que 2262 se clasificaron en el grupo en condición de "definitivo". Por otro lado, las cifras de tipos matutinos fueron 6.354 y 6.769, respectivamente.
Por otra parte, los noctámbulos, en comparación con los madrugadores, eran más jóvenes y con mayor tendencia a consumir más alcohol y fumar. Además, los "definidos" nocturnos tenían menos probabilidades de informar haber alcanzado las 8 horas de sueño recomendables.

Sobre el total de participantes, 8728 personas fallecieron en 2018. El análisis reveló que la probabilidad de mortalidad por cualquier causa era aproximadamente un 9 % más alta entre los noctámbulos "definitivos" en comparación con los clasificados como madrugadores.

Sin embargo, los hallazgos del estudio subrayan que los principales contribuyentes a estas muertes fueron el tabaquismo y el consumo de alcohol en lugar del cronotipo. El artículo enfatiza esta consecuencia por el hecho de que los no fumadores no exhibían un riesgo elevado de mortalidad.

Las causas de muerte asociadas con el alcohol incluyeron enfermedades relacionadas o intoxicaciones accidentales por su consumo.

Los autores señalan que, en comparación con el estudio británico, los hallazgos de la investigación se pueden extrapolar con facilidad a la población general, puesto que el estado de salud de sus participantes reflejó con fidelidad el de la población general, mientras que los del Biobanco exhibían un mayor nivel de salud en comparación con la población promedio.

El estudio destaca su fortaleza en el hecho de haber tenido acceso a datos completos sobre varios factores del estilo de vida. Pese a ello, los autores aconsejan tener en cuenta que los hallazgos se basaron en la autoinformación provista en la respuesta a una sola pregunta.


* Chronobiology International
Chronotype and mortality - a 37-year follow-up study in Finnish adults
Christer Hublin, Jaakko Kaprio
Vol 40, Nº 7, 2023
https://doi.org/10.1080/07420528.2023.2215342