asnc.png


asnc.png
Australia: desaconsejan la prescripción de opioides para tratar dolores lumbares agudos y de cuello
The Lancet Sidney, Australia 10 Julio, 2023

Los opioides no deben recomendarse para el dolor lumbar agudo inespecífico o el dolor de cuello por no haberse encontrado diferencias significativas en la intensidad del dolor en comparación con el placebo. El estudio plantea la necesidad de un cambio en el uso frecuente de opioides para el tratamiento de estas afecciones.

Los opioides son uno de los analgésicos más recetados para las personas con dolor lumbar y de cuello. En Australia, los médicos de cabecera recetan opioides a alrededor del 40 % de quienes los visitan por tales dolores; para los casos de urgencias atendidas en hospital, la cifra se eleva al 70 % de las personas prescriptas con oxicodona para tratar el dolor lumbar.

El estudio aleatorizado y controlado con placebo Opioid analgesia for acute low back pain and neck pain (the OPAL trial)... publicado en la revista The Lancet *, encontró que los opioides no alivian el dolor lumbar agudo y/o de cuello (con hasta 12 semanas de duración) y que, además, pueden empeorarlos.

Recetar opioides para cualquiera de las dos afecciones puede causar daños secundarios comunes, como náuseas, estreñimiento y mareos, hasta abuso, dependencia, envenenamiento y muerte.
Los autores de origen australiano recomiendan, para su país y el mundo, la urgente necesidad de cambiar la prescripción con el fin de reducir los daños colaterales que ocasionan los opioides.

Comparación con placebo
El ensayo asignó al azar a 347 personas con dolor lumbar agudo y dolor de cuello para que tomaran un opioide (oxicodona más naloxona) o un placebo (una tableta que tenía el mismo aspecto pero sin ingredientes activos), durante al menos 6 semanas.

Entre el 29 de febrero de 2016 y el 10 de marzo de 2022, se agruparon 174 participantes en el grupo de opiáceos y 173 en el de placebo), en proporciones iguales de género.  

La oxicodona es un analgésico opioide que se puede administrar por vía oral. La naloxona , un fármaco que revierte los opioides, reduce la gravedad del estreñimiento sin interrumpir los efectos analgésicos de la oxicodona.

Los y las participantes tomaron el opioide o el placebo durante un máximo de seis semanas. A través de sus médicos tratantes ambos grupos también recibieron consejos para volver a sus actividades normales, evitar el reposo en cama, etc. La evaluación de los resultados insumió un año.

Al cabo de seis semanas de tratamiento, la administración de opioides no superó el alivio del dolor en comparación con el placebo. Tampoco produjo beneficios en la función física, la calidad de vida, el tiempo de recuperación o el ausentismo laboral. Sin embargo, en las personas tratadas con opioides aumentaron las náuseas, el estreñimiento y los mareos en comparación con quienes conformaban el grupo del placebo.

Los resultados del año de seguimiento destacan el daño potencial a largo plazo infringido por los opioides, incluso con usos en períodos cortos. En comparación con el grupo de placebo, las personas que recibieron opiáceos experimentaron un dolor ligeramente aumentado e informaron mayores riesgos por uso indebido o diferente a la prescripción del profesional (problemas con el pensamiento reflexivo, el estado de ánimo o el comportamiento) .

Más individuos del grupo de opioides informaron dolor al año: 66 personas en comparación con 50 del grupo placebo.

Cambio de tratamientos
En los últimos años, el cambio de las pautas internacionales para el dolor lumbar se orientó a tratamientos sin medicamentos debido a la evidencia de sus beneficios limitados y la preocupación por los daños que por lo general acarrean.
Las pautas actualizadas recomiendan la educación y el asesoramiento del paciente y, si es necesario, analgésicos antiinflamatorios como el ibuprofeno. Los opioides se recomiendan solo cuando otros tratamientos no funcionaron o son inapropiados. 
Las pautas para tratar el dolor de cuello desalientan de manera similar el uso de opioides.

Los autores dan cuenta que su última investigación demuestra claramente que los beneficios de los opioides no superan los posibles daños en las personas con dolor lumbar agudo y  de cuello. En estos casos, consideran que los opioides deben desaconsejarse sin reservas.

El cambio es posible
Al advertir la compleja problemática que desencadena el uso de opioides, el artículo aconseja adoptar soluciones inteligentes como las planteadas en un anterior trabajo de los mismos investigadores; sus datos precisos facilitarían la reducción exitosa de la prescripción de opioides.

En el estudio actual participaron 4 departamentos hospitalarios de emergencia, 269 médicos y 4625 pacientes con dolor lumbar. El trabajo suministró:
educación clínica sobre el tratamiento del dolor lumbar basado en la evidencia;
educación del paciente mediante carteles y folletos que resaltaban los beneficios y daños de los opioides;
´bolsas de calor´ y analgésicos antiinflamatorios como tratamientos alternativos para controlar el dolor;
derivaciones rápidas a clínicas ambulatorias para evitar largas listas de espera;
auditorías y comentarios a los médicos con información referida a las tasas de prescripción de opioides.

En las presentaciones de dolor lumbar las acciones enumeradas redujeron en 30 meses la prescripción de opioides del 63 % al 51 %.

Los autores consideran que la clave del enfoque exitoso radicó en haber trabajado con médicos el desarrollo de tratamientos adecuados para el control del dolor sin opioides.

Al finalizar, sugieren la realización de nuevas evaluaciones e intervenciones cuyas metas sean la reducción de la prescripción de opioides en diversos entornos, incluidos los consultorios de médicos de cabecera. En este sentido, aclaran, que a menudo es necesario matizar los enfoques para evitar causar consecuencias indeseables motivadas por la reducción del uso de opioides.

Si las personas con dolor lumbar o de cuello están usando opioides durante un extenso tiempo y especialmente en dosis elevadas, es importante que antes de suspender los medicamentos recurran al médico o farmacéutico para evitar los efectos indeseados que ocasionan las interrupciones abruptas.

Al remarcar las pruebas convincentes sobre el papel limitado de los opioides en el tratamiento del dolor agudo de espalda y cuello, los autores juzgan que la implementación práctica de sus evidencias implica el desafío previo de acercar esta nueva información a los médicos y al público en general.


* The Lancet
Opioid analgesia for acute low back pain and neck pain (the OPAL trial): a randomised placebo-controlled trial
Caitlin M P Jones, Richard O Day, Bart W Koes, Jane Latimer, Chris G Maher, Andrew J McLachlan, et al.

28 de junio, 2023
DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(23)00404-X

Investigación+Documentación S.A. edita los contenidos científicos de saludpublica.com con procedimientos técnicos e informáticos propios.
Los documentos que integran la base de datos de saludpublica.com son provistos por prestigiosas fuentes científicas internacionalmente reconocidas y la agencia Sistema de Noticias Científicas (aSNC).
Copyright saludpublica© 1999-2022, Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC)