Los planes para un acuerdo global de preparación para una pandemia corren el riesgo de desmoronarse en medio de disputas y desinformación, según el jefe de la Organización Mundial de la Salud , quien advirtió que las generaciones futuras “quizás no nos perdonen”.
Sacudidos por la pandemia de Covid-19 , los 194 estados miembros de la OMS decidieron hace más de dos años comenzar a negociar un acuerdo internacional destinado a garantizar que los países estén mejor equipados para hacer frente a la próxima catástrofe sanitaria, o para prevenirla por completo.
El plan era sellar el acuerdo en la Asamblea Mundial de la Salud de 2024 , el órgano de toma de decisiones de la OMS cuya próxima reunión se llevar a a cabo el 27 de mayo próximo.
Sin embargo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dijo que el impulso se había visto frenado por posiciones arraigadas y "un torrente de noticias falsas, mentiras y teorías de conspiración".
Advirtió que si nadie estaba dispuesto a tomar la iniciativa o ceder terreno, todo el proyecto corría el riesgo de fracasar.
Tedros transmitió este lunes último su tajante opinión a la junta ejecutiva de la OMS en Ginebra:
“El tiempo es muy corto y hay varias cuestiones pendientes por resolver”. No lograr un acuerdo sería “una oportunidad perdida que las generaciones futuras tal vez no nos perdonen”, afirmó.
Tedros dijo que todos los países necesitaban la capacidad de detectar y compartir patógenos que presenten un riesgo, y acceso oportuno a pruebas, tratamientos y vacunas.
Pidió un “acuerdo sólido que ayudará a proteger a nuestros hijos y nietos de futuras pandemias”. Tedros dijo que las afirmaciones de que el acuerdo cedería soberanía a la OMS o le daría el poder de imponer bloqueos y mandatos de vacunas eran “completamente falsas”.
"No podemos permitir que este acuerdo histórico, este hito en la salud mundial, sea saboteado".
Los estados miembros de la OMS decidieron en diciembre de 2021 crear un nuevo instrumento internacional sobre prevención, preparación y respuesta ante pandemias, con el objetivo de garantizar que los fallos que convirtieron la Covid-19 en una crisis mundial nunca vuelvan a ocurrir.
El director de emergencias de la OMS, Michael Ryan, recordó a los países cómo la pandemia “destrozó nuestros sistemas sociales, económicos y políticos y se convirtió en un problema multimillonario”.
En medio de grandes conflictos geopolíticos, “esto es algo en lo que el mundo está de acuerdo”, afirmó.
Roland Driece, segundo funcionario a cargo de las negociaciones, que el proyecto de acuerdo había condensado en dos años un proceso de siete años; respecto a sus alcances destacó que "debe ser ambicioso, innovador y con compromisos claros."
Sobre los desacuerdos, dijo que los países europeos pretendían invertir más dinero en la prevención de pandemias, mientras que África quería el conocimiento y el financiamiento para que eso funcionara, además de un acceso adecuado a las “contramedidas” pandémicas, como vacunas y tratamientos.
Dijo que faltaban dos sesiones de dos semanas para alcanzar una cantidad “extrema” de trabajo.
También se están llevando a cabo negociaciones paralelas para reformar el Reglamento Sanitario Internacional (RSI), que muchos países consideraron deficiente. En virtud de estos, Tedros declaró a Covid-19 una emergencia de salud pública de importancia internacional el 30 de enero de 2020 , el nivel de alerta más alto disponible según las regulaciones. Recién en marzo del mismo año, cuando describió el empeoramiento de la situación como una pandemia, el mundo se puso en acción, momento en el que se había generalizado el virus.
La OMS declaró el fin de la emergencia internacional en mayo de 2023.
Ashley Bloomfield, del Ministerio de Salud de Nueva Zelanda durante la pandemia, criticó la “campaña coordinada y sofisticada” de desinformación que intenta socavar el proceso. Dijo que había 300 enmiendas propuestas para avanzar durante las conversaciones.