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El incremento de la obesidad en adultos se equipara con el registrado en niños y adolescentes
The Lancet Londres, Reino Unido 02 Marzo, 2024

Las tasas de obesidad crecieron particularmente rápido entre niños y adolescentes, cuadruplicándose entre 1990 y 2022 mientras que las tasas entre los adultos se duplicaron con creces. Las tasas de incremento equivalen a 159 millones de niños y adolescentes con obesidad y 879 millones de adultos.

El estudio publicado en la revista The Lancet 1 utiliza miles de análisis poblacionales con estimaciones consistentes y actualizadas de bajo peso, delgadez y obesidad desde la niñez tardía hasta la edad adulta, por separado y en combinación, para todos los países del mundo.
Analiza cómo los dos componentes contribuyeron de manera combinada entre 1990-2022, período en el que se produjeron cambios importantes en las políticas y programas alimentarios y en la nutrición.

El aumento de la obesidad ocurre en los países de ingresos bajos y medios. Algunos de las mayores tasas de obesidad juvenil corresponden a la Polinesia, Micronesia y el Caribe.
América Latina, Medio Oriente y el Norte de África también están experimentando mucha más obesidad que bajo peso, según el estudio.

Los nuevos datos resaltan cómo la evolución de la carga global de la obesidad y otras enfermedades crónicas como la diabetes asociadas tradicionalmente con los países de ingresos altos, pero afectando en forma creciente también a los países de ingresos bajos y medios, a medida que esas regiones cambian rápidamente a estilos de vida influenciadas por la industrialia con dietas basadas en alimentos procesados ??y actividad física reducida.

A medida que en las últimas décadas las tasas de obesidad comenzaron a aumentar entre los adultos, la misma tendencia se verifica en edades tempranas de niños y adolescentes.

La llegada de fármacos contra la obesidad altamente eficaces basados ??en GLP-1, entusiasmó a muchos médicos para el abordaje de las crecientes tasas. Sin embargo, el artículo destaca los costos elevados de los tratamientos, la pronta escasez de los medicamentos y el lanzamiento acotado a unos pocos países de altos ingresos.

Postura de la OMS
Por su parte, funcionarios de la Organización Mundial de la Salud, aclararon en conferencia de prensa, que la prevención de la obesidad continúa estando en la transformación de los sistemas alimentarios y el medio ambiente.

La escasez y los elevados costos de los medicamentos también incentivan el riesgo de ampliar las desigualdades sanitarias en todo el mundo.
Los autores destacan la importancia de asegurar que los reciban las personas más necesitadas, según las decisiones clínicas, con la previsión que no impliquen una pesada carga económica.

El estudio utilizó conjuntos de datos sobre la altura y el peso de personas a  nivel mundial. Definió la obesidad en adultos como un índice de masa corporal superior a 30 y el bajo peso como un IMC inferior a 18,5.
Para los niños y adolescentes, la obesidad se definió como dos desviaciones estándar por encima de las tendencias de crecimiento típicas y el bajo peso como dos desviaciones estándar por debajo.

Los autores reconocen que la utilización de los mismos índices de IMC para definir la obesidad y el bajo peso en toda la población mundial representa una limitación del trabajo puesto que los datos emergentes sugieren que podría ser más adecuado utilizar diferentes límites para cada grupo demográfico. Por ejemplo, los habitantes del sur de Asia tienden a desarrollar diabetes y complicaciones cardíacas con un IMC más bajo que los blancos.

Sin embargo, aclaran que el uso de los mismos límites de IMC les permitió comparar fácilmente diferentes poblaciones y que el IMC era la mejor medida que podía analizarse con el aprovechamiento de la información disponible.
Pese a que el artículo de The Lancet recomienda seguir estudiando el uso de la medición en diferentes grupos demográficos, los resultados en términos de patrones globales generales probablemente no se vean afectados por la elección de la métrica.

El análisis analizó además las tasas de infraponderación que disminuyeron en las últimas tres décadas. Se produjeron grandes reducciones en las tasas de bajo peso entre los jóvenes en el sur y sudeste de Asia y en el África subsahariana, pero esas regiones todavía padecen las tasas de bajo peso más elevadas del mundo.

Los autores dijeron que es importante abordar los problemas restantes de bajo peso junto con el aumento de la obesidad, especialmente porque las poblaciones pueden pasar rápidamente de tener bajo peso a tener sobrepeso, puesto que ambos están relacionados con el acceso inadecuado a alimentos nutritivos. 

La desnutrición y la obesidad son dos caras del mismo problema, que es la falta de acceso a una dieta saludable, insiste la OMS. El organismo insta a la adopción de políticas que puedan abordarlos, con la inclusión de la mejora de la nutrición en las primeras etapas de la vida. En este sentido remarca la necesidad de promover la lactancia materna, la regulación de la comercialización de alimentos, la facilitación de la actividad física y la prestación de servicios de nutrición en la atención primaria de la salud.

1- The Lancet
Worldwide trends in underweight and obesity from 1990 to 2022: a pooled analysis of 3663 population-representative studies with 222 million children, adolescents, and adults
NCD Risk Factor Collaboration (NCD-RisC)
29 de febrero, 2024
DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(23)02750-2
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