La capacidad funcional y la fuerza de los músculos respiratorios y periféricos están disminuidas en pacientes con Chagas agudo; para los casos de enfermedad crónica el agregado del aumento de la frecuencia cardíaca sugiere una mayor sobrecarga del miocardio.
Temas principales: cardiomiopatía chagásica, enfermedad de Chagas, prueba de esfuerzo, presiones respiratorias máximas, fuerza muscular, desarrollo musculoesquelético
El trabajo publicado en la revista Biomédica * compara el estado físico relacionado con la salud en pacientes con enfermedad de Chagas aguda y crónica para determinar su función muscular y la tolerancia a la actividad física.
La revista Biomédica es el órgano científico oficial del Instituto Nacional de Salud de Bogotá, Colombia.
Descripción de la enfermedad
El protozoario intracelular Tripanosoma cruzi es el causante de la enfermedad de Chagas. La transmisión oral es actualmente el medio de contagio más frecuente, seguido de la transmisión por vectores, habiéndose demostrado también la intervención de vectores no tradicionales, hecho que aumenta la preocupación por su diseminación a países no endémicos.
El trastorno comprende una fase aguda inicial, de 6 a 8 semanas de duración, generalmente asintomática, seguida de un prolongado período de latencia, sin manifestaciones clínicas, reconocido como la fase crónica.
Durante la progresión hasta el estadio crónico, alrededor del 30% de los enfermos chagásicos presentan síntomas y experimentan compromiso cardíaco (miocardiopatía chagásica crónica).
Las complicaciones más frecuentes son tromboembolia pulmonar o sistémica, trastornos de conducción, bradiarritmias, arritmias ventriculares severas, muerte súbita y, especialmente, insuficiencia cardíaca congestiva.
Los pacientes con miocardiopatía chagásica pueden presentar deterioro de la función de los músculos respiratorios, que suele conducir a fatiga progresiva, disnea y disminución de la capacidad funcional.
La presencia de debilidad de estos músculos asociada a la fracción de eyección del ventrículo izquierdo en pacientes con miocardiopatía chagásica fue demostrada en una anterior investigación. Además, suelen presentar fatiga muscular y disnea de esfuerzo, así como limitaciones en la realización de las actividades cotidianas.
En consecuencia, la debilidad de los músculos respiratorios y el deterioro del estado físico fueron considerados factores que podrían determinar el aumento del trabajo respiratorio y el escaso rendimiento funcional de los pacientes.
Aunque el compromiso cardíaco es bien conocido, hay pocos datos sobre las funciones musculares. En base a la limitación existente, las autoras/or compararon la capacidad funcional cardiorrespiratoria y la fuerza de los músculos periféricos y respiratorios en pacientes con enfermedad de Chagas aguda y crónica para determinar si existe alguna correlación entre dichos parámetros.
Diseño, población y método
El estudio transversal incluyó a 18 pacientes de 18 a 60 años, divididos según el período de la infección.
El grupo en fase aguda incluyó individuos infectados durante dos a ocho semanas, con presencia de parásitos circulantes por examen directo de sangre periférica y detección de anticuerpos IgM anti-Tripanosoma cruzi en suero.
En el grupo de la fase crónica, la infección había estado presente desde hacía más de ocho semanas y las pruebas serológicas eran reactivas (ELISA y hemaglutinación indirecta), con serología IgG positiva. La información corrrespondía a los datos ofrecidos por las historias clínicas.
La capacidad funcional fue evaluda con la prueba de la caminata de seis minutos que determinó la fuerza de presión manual en el análisis de los músculos periféricos; con las presiones inspiratoria y espiratoria máximas midieron la fuerza de los músculos respiratorios.
Resultados
La mitad de los 18 individuos padecían enfermedad de Chagas aguda y el resto, crónica. La distancia caminada real y prevista en la prueba de marcha de seis minutos fue similar entre los grupos de enfermedad aguda y crónica. Sin embargo, todos caminaron una distancia menor que los valores previstos, con una diferencia significativa entre ellos. La presión espiratoria máxima fue más baja que el valor previsto.
La frecuencia cardíaca aumentó más rápidamente en el grupo con enfermedad de Chagas crónica dentro de los primeros dos minutos de la caminata. La distancia recorrida por los pacientes con la forma aguda se correlacionó con la fuerza de presión manual y la inspiratoria máxima. En el grupo con enfermedad crónica, solo la fuerza de presión manual y la inspiratoria máxima tuvieron una correlación.
Limitación funcional y cardiovascular
El estudio no observó diferencias entre los grupos con enfermedad de Chagas aguda y crónica en su capacidad funcional y la fuerza de los músculos periféricos o respiratorios.
El artículo da cuenta de una menor tolerancia al ejercicio, evaluada con la prueba de la caminata, en comparación con los valores de referencia.
Con anterioridad, varias investigaciones demostraron la alteración de la función y la estructura de los músculos esqueléticos de los pacientes con enfermedad de Chagas e insuficiencia cardíaca.
Las autoras/or del presente trabajo informaron disminución de las fibras musculares de tipo I y aumento proporcional de las de tipo II, hallazgo que indicaría una reducción de la capacidad oxidativa y cambios en el metabolismo anaeróbico del músculo esquelético de los pacientes chagásicos. Los resultados indicarían que el rendimiento limitado de los músculos periféricos podría deberse a cambios en su actividad enzimática y en el suministro de oxígeno durante el ejercicio.
Otro hallazgo relevante del estudio correspondió a la correlación entre las pruebas aplicadas. Los autores observaron una fuerte asociación entre la distancia recorrida en la prueba de marcha de seis minutos y las variables de la fuerza muscular periférica y la presión inspiratoria máxima, así como entre ésta y la presión espiratoria máxima en el grupo con Chagas agudo. Los resultados demostrarían una relación entre el déficit del rendimiento funcional y la disminución de la fuerza muscular durante la fase aguda, sin dejar de tener en cuenta la naturaleza multifactorial de la falta de aptitud física.
Es posible que, además de las anomalías cardíacas, los cambios en la musculatura periférica contribuyan a la disminución de la capacidad de esfuerzo en estos pacientes.
Las autoras y el autor concluyen que tanto los pacientes con enfermedad de Chagas aguda como los que atraviesan la fase crónica presentaron disminuciones de la capacidad funcional y del desempeño cardiovascular que requirieron acciones preventivas para evitar pérdidas funcionales más graves. El aumento temprano de la frecuencia cardíaca durante el ejercicio y su variación en el grupo con enfermedad de Chagas crónica sugiere una mayor sobrecarga miocárdica y en consecuencia, la necesidad de ofrecer atención adicional de entrenamiento cardiorrespiratorio como estrategia complementaria al manejo clínico convencional.
* Biomédica Análisis comparativo del estado físico relacionado con la salud en pacientes con enfermedad aguda versus crónica de Chagas Clara Narcisa Silva Almeida, Ariane Cardoso Vasconcelos, Caroline da Silva Sousa, Nivea Thayanne Melo Silva, Dilma do Socorro Moraes de Souza, Carlos Alberto Marques de Carvalho, Suellen Alessandra Soares de Moraes, Laura Maria Tomazi Neves Vol. 44 Núm. 1, 2024 DOI: https://doi.org/10.7705/biomedica.6892