La reducción de años de vida saludable de la población mundial como consecuencia de los incrementos de la obesidad, la diabetes y la hipertensión, subraya la necesidad urgente de abordar el notable crecimiento de las enfermedades crónicas no transmisibles.
La misma investigación es descripta por el ´Resumen SIIC´ amplio CARGA GLOBAL DE MORBIMORTALIDAD Y EXPECTATIVA DE VIDA EN EL PERÍODO 1990-2021 [https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/174643]
La investigación publicada en la revista The Lancet * estimó la carga de enfermedad atribuible a 88 factores de riesgo encabezados por la hipertensión arterial, los niveles elevados de glucosa en sangre y el índice de masa corporal.
En los 204 países relevados por el estudio el número de años de vida saludable perdidos por factores de riesgo metabólicos aumentó un 49,4% entre 2000 y 2021.
Amenazas para la salud del mundo
La evaluación de riesgo demuestra las consecuencias del envejecimiento poblacional y los cambios en el estilo de vida. En personas de 15 a 49 años, el sobrepeso, la obesidad y los niveles altos de glucosa en sangre se posicionaron como factores de riesgo principales, aumentando las probabilidades de desarrollar diabetes y otras enfermedades crónicas. Además de los factores metabólicos, se observó un incremento preocupante en la carga de enfermedad atribuible a la contaminación del aire ambiente y el consumo de sustancias psicoactivas. La exposición a partículas contaminantes en el aire y el uso de drogas han aumentado considerablemente, representando amenazas significativas para la salud pública.
Desafíos persistentes
Si bien se lograron avances importantes en la reducción de riesgos vinculados a la salud materno-infantil, el acceso a agua potable, saneamiento e higiene, persisten grandes desafíos relacionados con la contaminación atmosférica, el tabaquismo, el bajo peso al nacer y la obesidad, que en conjunto representaron las mayores cargas de enfermedad atribuibles a factores de riesgo en 2021.
Aunque se lograron reducciones sustanciales en la carga atribuible a factores como la desnutrición infantil y materna, las infecciones respiratorias por contaminación del aire en hogares y la falta de acceso a agua potable y saneamiento adecuado, estos siguen siendo prioridades en regiones de ingresos bajos y medios. Por otra parte, si bien la carga asociada al tabaquismo disminuyó, se necesitan acciones sostenidas para seguir reduciendo su impacto nocivo.
La acción impostergable
Con el escenario a la vista, los expertos advierten que la atención de los factores de riesgo modificables que conducen a enfermedades crónicas no transmisibles, como la obesidad y el síndrome metabólico, requiere de esfuerzos conjuntos en políticas públicas e intervenciones integrales enfocadas en la promoción de dietas saludables, actividad física regular y control de la exposición a contaminantes ambientales.
Abordar de manera efectiva los crecientes desafíos de salud pública requiere enfoques multidisciplinarios que involucren a diversos actores, incluyendo profesionales de la salud, investigadores, formuladores de políticas y las propias comunidades afectadas. Los esfuerzos deben centrarse en la prevención temprana, la educación y la promoción de entornos que faciliten la adopción de hábitos saludables.
Camino a seguir
Estos resultados alarmantes resaltan la necesidad urgente de implementar intervenciones integrales que aborden la creciente epidemia de obesidad y trastornos metabólicos, con un enfoque en la prevención desde edades tempranas y la promoción de entornos que faciliten opciones saludables en la alimentación y la actividad física. Estudios complementarios que incorporen perspectivas de familiares, cuidadores y profesionales de la salud pueden aportar información valiosa sobre las complejas relaciones evaluadas.
La creciente carga de enfermedades crónicas no transmisibles impulsada por factores de riesgo metabólicos es un desafío global que requiere respuestas integrales y coordinadas. Los esfuerzos deben centrarse en la prevención y la promoción de estilos de vida saludables para mitigar el impacto de estas enfermedades y mejorar la calidad de vida de las poblaciones afectadas. La colaboración internacional y las políticas basadas en evidencia son cruciales para enfrentar esta crisis de salud pública y revertir las tendencias actuales
* The Lancet
Global burden and strength of evidence for 88 risk factors in 204 countries and 811 subnational locations, 1990–2021: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2021
18 de mayo,2024
https://doi.org/10.1016/S0140-6736(24)00933-4