La mayor exposición al dosel arbóreo próximo a la residencia de una criatura recién nacida previno el riesgo de desarrollo de asma en la infancia, pero el efecto protector podría disminuir al aumentar la exposición a hierbas y pólenes de los árboles.
La carta publicada en la revista European Respiratory Journal * informa acerca de la exposición a la vegetación urbana en las primeras etapas de la vida y su relación con la incidencia de asma infantil.
El asma es una afección caracterizada por sibilancias, tos y dificultad respiratoria y se considera la enfermedad crónica más prevalente en la infancia.
En la población pediátrica se han identificado comportamientos, factores genéticos y exposiciones ambientales como determinantes del riesgo en la etiología multifactorial del trastorno.
Un conjunto creciente de evidencias sugiere que la exposición a la vegetación en ámbitos urbanos durante los primeros años de vida podría desempeñar un papel importante en la salud respiratoria de los niños e impediría el desarrollo de asma.
Varios mecanismos potenciales explicarían el efecto favorable de las áreas con más espacios verdes al disminuir la exposición a factores ambientales perjudiciales que incluyen, por ejemplo, la contaminación atmosférica.
Asimismo, el acceso a la vegetación urbana puede animar a los niños a pasar más tiempo al aire libre, con efectos positivos sobre la actividad física y la exposición a una microbiota más diversa; sin embargo, la vegetación urbana también coexiste con la exposición a fuentes de aeroalérgenos.
Diversos estudios han revelado que la exposición prenatal y en la primera infancia a diferentes tipos de pólenes se asociaba con una mayor probabilidad de síntomas respiratorios en niños, así como con un mayor riesgo de asma. Sin embargo, la exposición a pólenes en suspensión rara vez se ha tenido en cuenta en estudios que investigaron los efectos de los ambientes naturales urbanos y el asma infantil.
Los autores investigaron la influencia de la exposición a la vegetación urbana en las etapas iniciales de la vida sobre la incidencia de asma infantil. También analizaron la modificación de estas asociaciones en casos de mayor exposición a pólenes aerotransportados antes del nacimiento y en los primeres meses.
Para ello, realizaron un estudio retrospectivo de cohortes en niños nacidos durante un lapso de 8 años en Toronto, Canadá. Utilizaron la base de datos de cohortes ASTHMA de Ontario para identificar casos incidentes de asma infantil entre el nacimiento y los 6 años.
Se conocían las exposiciones ambientales y los investigadores las vincularon al conjunto de datos de nacimiento según el lugar de residencia de la madre y después del parto, con registro de la movilidad residencial. También calcularon la exposición materna a los espacios verdes.
El estudio identificó los casos incidentes de asma y analizó si había períodos críticos de exposición al polen en suspensión durante el embarazo.
Resultados
El estudio incluyó 28 543 niños entre los 214 211 pares de madres e hijos con diagnosticó de asma.
La media de la edad de diagnóstico fue de 22 meses. Los casos tuvieron una exposición prenatal media total al polen ligeramente superior a la de los casos sin asma.
La exposición materna a los espacios verdes residenciales se asignó mediante un índice satelital de vegetación de diferencia normalizada (IDVN), que mide la densidad de la vegetación. El parámetro se asoció con un efecto protector del aumento de la superficie arbolada sobre la incidencia del asma.
Los autores también informaron una asociación positiva entre la exposición prenatal a polen de gramíneas y la aparición de asma infantil. Encontraron una ventana de susceptibilidad para la concentración semanal de polen de gramíneas durante aproximadamente la última parte del primer trimestre hasta el comienzo del tercer trimestre de gestación.
Las exposiciones infantiles durante los 3 primeros años mostraron una mayor magnitud de los riesgos de asma infantil para el polen total, pero estos efectos parecían estar determinados por la concentración de pólenes de gramíneas durante ese período.
El efecto protector de la exposición al área de dosel arbóreo desapareció al aumentar la concentración de polen de gramíneas durante la infancia.
Control de pólenes
Los autores concluyen que la exposición al área de dosel arbóreo tuvo un efecto protector sobre el desarrollo de asma infantil, pero su eficacia disminuyó en forma paralela al aumento de la exposición a pólenes de gramíneas.
Los resultados informados son coherentes con la bibliografía epidemiológica al sugerir que los resultados sobre la exposición temprana a los espacios verdes residenciales y la salud respiratoria de los niños pueden proporcionar resultados contradictorios según la medición que se utilice.
En su estudio, los investigadores observaron que el aumento de la exposición al polen de gramíneas disminuía los efectos beneficiosos del dosel arbóreo. En su opinión, este hecho debería tenerse en cuenta a la hora de considerar la implementación de programas de control de pólenes de gramíneas cuando se diseñan espacios de vegetación urbana.
La exposición a espacios verdes en entornos urbanos puede ofrecer un contacto positivo con la microbiota, lo que facilita el desarrollo positivo del sistema inmunitario a través de una mayor actividad de las células asesinas naturales, así como efectos antiinflamatorios y antiasmáticos más potentes.
Los hallazgos informados también sugieren que una ventana sensible para el desarrollo del asma infantil se produce cuando la exposición al polen de gramíneas tiene lugar cuando comienza la diferenciación celular de las vías respiratorias conductoras, surge la barrera aire-sangre, comienza la formación de alvéolos dentro del parénquima, se produce la formación de células epiteliales de tipo I y tipo II y comienza la síntesis de surfactante. Otra ventana sensible identificada fue la exposición durante los 3 primeros años de vida.
En conclusión, la exposición al polen durante los primeros años de vida, en particular al polen de gramíneas, puede aumentar el riesgo de desarrollo de asma infantil y contrarrestar el efecto protector que confiere la exposición al dosel arbóreo urbano durante este período.
* European Respiratory Journal
Early life exposure to pollens and increased risks of childhood asthma: a prospective cohort study in Ontario children
Cristina Stanescu1, Robert Talarico2,3, Scott Weichenthal4, Paul J. Villeneuve5, Audrey Smargiassi6, David M. Stieb1,7, Teresa To8, Christopher Hebbern9, Eric Crighton10, Éric Lavigne1,2,7
18 de abril, 2024
DOI: 10.1183/13993003.01568-2023
Filiación de los autores
1- Population Studies Division, Health Canada, Ottawa, ON, Canada
2- ICES uOttawa (formerly known as Institute for Clinical Evaluative Sciences), Ottawa, ON, Canada
3- Ottawa Hospital Research Institute, The Ottawa Hospital, Ottawa, ON, Canada
4- Department of Epidemiology, Biostatistics, and Occupational Health, McGill University, Montreal, QC, Canada
5- Department of Neuroscience, Carleton University, Ottawa, ON, Canada
6- Department of Environmental and Occupational Health, School of Public Health, University of Montreal, Montreal, QC, Canada
7- School of Epidemiology and Public Health, University of Ottawa, Ottawa, ON, Canada
8- Child Health Evaluative Sciences, The Hospital for Sick Children, Toronto, ON, Canada
9- Climate Change and Innovation Bureau, Health Canada, Ottawa, ON, Canada
10- Department of Geography, Environment and Geomatics, University of Ottawa, Ottawa, ON, Canada