Trastornos alimentarios maternos, índice de masa corporal y diagnósticos psiquiátricos en la descendencia
La descendencia de mujeres con trastorno alimentario o índice de masa corporal del embarazo anormal implica un riesgo mayor de padecer trastornos psiquiátricos y del neurodesarrollo.
El artículo Maternal Eating Disorders, Body Mass Index, and Offspring Psychiatric Diagnoses, publicado en la revista JAMA Network Open, investiga la asociación previa al embarazo entre los trastornos alimentarios maternos, el índice de masa corporal (IMC) y los diagnósticos psiquiátricos de la descendencia.
Diseño y participantes
El estudio de cohorte basado en la población utilizó datos de los registros nacionales finlandeses para evaluar todos los nacimientos vivos desde enero del 2004 a diciembre del 2014, con un seguimiento hasta el 31 de diciembre del 2021. Los análisis de los datos se realizaron entre los meses de septiembre del 2023 y 2024.
La cohorte incluyó a 392 098 madres de las cuales el 1,60% registraban antecedentes de trastorno alimentario, el 5,89% presentaba bajo peso antes del embarazo y el 53,13% padecían sobrepeso u obesidad.
Asimismo, el trabajo incluyó 649 956 niños nacidoss con trastorno psiquiátrico o del neurodesarrollo desde su nacimiento hasta los 7 a 17 años. Entre los trastornos se seleccionaron los correspondientes al humor, la ansiedad, otros trastornos de la alimentación en la infancia y la niñez, del sueño, discapacidades intelectuales, trastornos específicos del desarrollo, del espectro autista (TEA), por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o de la conducta y trastornos por tics y del funcionamiento social.
Hallazgos relevantes
Los investigadores hallaron que el 16,43% de los 649 956 niños nacidos habían recibido un diagnóstico psiquiátrico o de neurodesarrollo.
Luego de ajustar por covariables potenciales, los trastornos alimentarios maternos, el bajo peso previo al embarazo y el sobrepeso o la obesidad se asociaron con la mayoría de los diagnósticos de salud mental estudiados en la progenie.
Los autores observaron efectos de mayor magnitud para el trastorno alimentario no especificado (TANE) materno en asociación con trastornos del sueño y por tics y de funcionamiento social de la descendencia.
En el caso de la obesidad mórbida preconcepcional, las discapacidades intelectuales representaron la consecuencia de mayor amplitud.
Además, los resultados adversos del parto incrementaban el riesgo de que la progenie padezca otros trastornos de la alimentación en la niñez y la infancia la asociación con los trastornos alimentarios maternos y la presencia de TDAH con trastornos de la conducta en casos de anorexia nerviosa (AN) materna.
En el caso del bajo peso materno, el estudio halló asociaciones con trastornos de ansiedad, discapacidad intelectual, trastornos específicos del desarrollo y trastornos por tics y del funcionamiento social.
Para el IMC materno en general los efectos fueron menores, en comparación con los trastornos alimentarios maternos.
Los resultados para el bajo peso materno y la anorexia nerviosa no fueron los mismos. Mientras que la AN materna se asoció con trastornos de sueño en la descendencia, el bajo peso materno no presentó tal asociación. Por el contrario, el bajo peso materno se relacionó con discapacidades intelectuales de la progenie, mientras no ocurrió con la AN.
Los autores reconocen las limitaciones del estudio.
Destacan en primer lugar la falta de acceso a información paterna alguna. A continuación aclaran que el tiempo de seguimiento de los niños fue relativamente corto, terminando como máximo a los 17 años, razón por la cual suponen que limitó el análisis de diagnósticos psiquiátricos de inicio tardío, como la esquizofrenia.
Indican además que los factores genéticos aditivos podrían explicar aproximadamente entre el 40% y el 60% de la predisposición asociada a los trastornos alimentarios.
Conclusiones
Los niños nacidos de madres con trastornos alimentarios antes o durante el embarazo, o con bajo peso, sobrepeso u obesidad preconcepcional, pueden presentar mayor riesgo de padecer trastornos psiquiátricos o de neurodesarrollo.
El artículo recomienda la necesidad de considerar estas exposiciones de forma clínica para prevenir las enfermedades mentales de la progenie.
Los diagnósticos asociados con cada una de las exposiciones diferían en alguna medida, con efectos típicamente mayores para los trastornos alimentarios maternos que para el IMC materno fuera del peso normal.
Profundizar en el conocimiento tanto de las asociaciones descriptas como de los mecanismos biológicos subyacentes, permitiría proporcionar información de valor para el desarrollo de tratamientos y controles relevantes de las patologías.
* JAMA Network
Maternal Eating Disorders, Body Mass Index, and Offspring Psychiatric Diagnoses
Ida A. K. Nilsson 1,2,3; Judit Ozsvar 1,2; Mika Gissler 1,2,4,5; Catharina Lavebratt 1,2
22 octubre, 2024
doi:10.1001/jamanetworkopen.2024.40517
Filiación de las autoras/es:
1- Department of Molecular Medicine and Surgery, Karolinska Institutet, Stockholm, Sweden
2- Center for Molecular Medicine, Karolinska University Hospital, Stockholm, Sweden
3- Centre for Eating Disorders Innovation, Karolinska Institutet, Stockholm, Sweden
4- Department of Knowledge Brokers, Finnish Institute for Health and Welfare, Helsinki, Finland
5- Research Centre for Child Psychiatry, University of Turku, Turku, Finland