La mayoría de los corredores de resistencia no distingue con precisión su propia modalidad de pisada, inconveniente que podría influir tanto en los riesgos de lesiones como en las eventuales estrategias de rehabilitación.
El estudio publicado en la revista Frontiers in Sports and Active Living * analiza la identificación del modelo de pisada de los corredores de resistencia ligándolo con las características del calzado cuya influencia destacan en las lesiones asociadas al entrenamiento.
Corredores participantes
El estudio incluyó a 710 corredores de resistencia que realizaron sesiones de carrera en una cinta con instrumentos a velocidad elegida por cada uno de ellos, acompañadas de captura de movimiento 3D y filmación de alta velocidad para determinar su modelo real de pisada.
Los resultados mostraron que solo el 42.7% de los participantes identificaron correctamente su modalidad de apoyo del pie. Para los autores, el conocimiento de la pisada es de importancia significativa por la necesidad de saber cómo se distribuyen las fuerzas a lo largo de las extremidades durante la carrera.
Los modelos de pisada
Mientras los corredores que apoyaron el talón (modelo retropié) alcanzaron una tasa de precisión del 34%, los que usaron la parte media o delantera del pie (patrón no-retropié) alcanzaron un 69.5%.
Los deportistas que desconocían su modelo de apoyo presentaron la mayor prevalencia de lesiones relacionadas con la carrera (73%), en comparación con el 56-58% correspondiente a los grupos con los dos tipos de apoyo descripto.
Importancia del calzado
El estudio reveló que las características del calzado, como el drop (diferencia de altura entre el talón y la puntera) y el peso, influyen de manera significativa en la capacidad de identificar la configuración de las pisadas.
El artículo especifica que el mayor drop implica menor precisión, mientras que un drop con calzado más ligero permite una mejor identificación de la pisada. Asimismo, señala que los cambios recientes en la estructura de los calzados se vinculan con aumentos en los riesgos de lesiones.
Biomecánica y prevención
El uso de calzado con menor drop influiría en la mejora de la sensibilidad del pie en contacto con el suelo, consecuencia que podría facilitar ajustes en el modelo de pisada con la consiguiente reducción de lesiones.
Los corredores que practicaron la modalidad no-retropié mostraron mayores niveles de flexión plantar del tobillo y flexión de rodilla al contactar con el suelo, junto con tasas más bajas de carga vertical, factores asociados con menor riesgo de lesiones.
Implicaciones clínicas y entrenamiento
Los hallazgos subrayan la importancia de evaluar el modelo de pisada de forma profesional combinada con la educación de los corredores respecto a la elección adecuada del calzado.
Los participantes que intentaron modificar conscientemente su forma de pisada lograron mejores resultados en su identificación, hecho que destaca la relevancia del entrenamiento guiado y el uso de tecnologías de análisis biomecánico para prevenir lesiones.
Evolución de las investigaciones
Según los autores, su trabajo abre novedosas líneas de investigación, como la aplicación de modelado computacional para explorar cambios musculares y biomecánicos según el calzado y los modelos de pisada.
Con vistas a futuras investigaciones, sugieren incorporar medidas electromiográficas que permitan evaluar la función neuromotora durante la carrera con distintos tipos de calzado.
La limitada capacidad de los corredores para identificar su modalidad de pisada representa un inconveniente que puede incrementar el riesgo de lesiones.
La selección adecuada del calzado y el acceso a evaluaciones profesionales resultan clave para optimizar el rendimiento y prevenir daños.
El artículo remarca que sus hallazgos brindan información valiosa tanto a los profesionales de la salud deportiva como a los corredores comprometidos con su bienestar y desarrollo.
* Frontiers in Sports and Active Living
Accuracy of self-reported foot strike pattern detection among endurance runners
Heather K Vincent 1, Kyle Coffey 1, Aiden Villasuso 2, Kevin R Vincent 1, Sharareh Sharififar 1, Lydia Pezzullo 1, Ryan M Nixon 1
Diciembre 2024
https://doi.org/10.3389/fspor.2024.1491486
Filiación de los autores/as:
1- Exercise and Functional Fitness Laboratory, Department of Physical Medicine and Rehabilitation, University of Florida, Gainesville, FL, EE.UU.
2- Department of Applied Physiology and Kinesiology, University of Florida, Gainesville, FL.