Pese a que algunas estrategias de actividad física en el lugar de trabajo reducen el sedentarismo, ninguna mejoró de forma consistente la actividad física moderada a vigorosa siendo ésta la que ofrece los mayores beneficios para la salud.
La revista The Lancet Public Health * publicó en su último número el artículo Efectos de las intervenciones en el lugar de trabajo referidas al comportamiento sedentario y la actividad física cuyo contenido selecciona revisiones que estudian el comportamiento sedentario y la actividad física en entornos laborales
En el siglo XXI, la promoción de la actividad física se ha convertido en una prioridad clave en las políticas de salud pública mundial. A pesar de los esfuerzos políticos y los reiterados llamados a la acción, una parte sustancial de la población mundial no cumple con la recomendación de realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a vigorosa (AFMV) por semana, ac onsejados a las personas de 18 a 64 años.
Datos de reciente difusión indican que en 2022, el 31,3% de los adultos del mundo eran insuficientemente activos, en comparación con el 23,4% y 26,4% del 2000 y 2010, respectivamente.
La pandemia mundial de inactividad física catalogada como una de las principales causas de mortalidad, comprometiendo entre 4 y 5 millones de muertes prevenibles por año.
En caso de que las tendencias actuales persistan, podrían ocurrir alrededor de 500 millones de nuevos casos de enfermedades no transmisibles prevenibles para 2030, lo que representaría una carga financiera sustancial para los sistemas de atención médica.
Dado que muchos países no alcanzan el objetivo que la OMS acordó para 2030 centrado en la reducción de la de la inactividad física en un 15 % con respecto a los niveles de 2010, los autores remarcan que abordar la brecha es esencial para reducir la carga de enfermedad que conlleva la inactividad física.
La abundante documentación existente demuestra que la actividad física moderada a vigorosa (AFMV), como las de intensidad leve ejemplificadas en el caminar, se asocian con una reducción del riesgo de mortalidad por cualquier causa.
La AFMV ofrece beneficios independientemente de cómo se acumule, incluso en sesiones de tan solo 5 minutos. Por el contrario, el comportamiento sedentario —caracterizado por un bajo gasto energético (<1,5 equivalentes metabólicos de la tarea) al estar sentado o acostado durante las horas de vigilia se asocia con un mayor riesgo de mortalidad y morbilidad.
La práctica de 30 a 40 minutos diarios de AFMV puede mitigar los efectos nocivos del sedentarismo prolongado.
Características del ensayo
El trabajo de The Lancet Public Health, además de condensar una revisión general de artículos publicados entre el 1 de enero de 2000 y el 1 de abril de 202 , incluye tanto un metanálisis como una síntesis narrativa.
La revisión se realizó en varias bases de datos científicas con recopilación adicional de literatura obtenida en la Sedentary Behaviour Research Network.
Los temas de búsqueda abarcaron el diseño del estudio, los resultados relacionados con el comportamiento sedentario y los entornos laborales.
El trabajo comprendió adultos trabajadores de 18 años o más, sin limitaciones de salud que afectaran la movilidad para considerar intervenciones diseñadas con el fin de disminuir el sedentarismo o aumentar la actividad física.
Solo se incluyeron revisiones sistemáticas, con o sin metanálisis, sin restricciones en el diseño del estudio, siguiendo las directrices de Cochrane.
Resultados eleocuentes
La búsqueda inicial de literatura identificó un total de 5 350 referencias únicas.
Entre las 178 revisiones sistemáticas consideradas potencialmente elegibles, 30 y 148 fueron incluidas y excluidas, respectivamente.
La búsqueda de citas sumó 6 revisiones que cumplieron con los criterios de inclusión, elevando el total a treinta y seis (36), de las cuales solo 12 proporcionaron datos que contribuyeron al metanálisis.
Las poblaciones del estudio abarcaron adultos profesionales activos y subgrupos específicos, como trabajadores corporativos de oficina.
El hallazgo de 17 revisiones centradas en intervenciones a nivel ambiental incluyeron, por ejemplo, estaciones de trabajo diseñadas para permitir tanto el sedentarismo como la actividad física. Además, de 7 revisiones con abordajes individuales, 3 se enfocaron en estrategias de salud móvil, 2 en automonitoreo, 1 en coaching y otra en programación de indicaciones informáticas.
Los resultados fueron distribuidos de manera uniforme: 12 revisiones midieron en particular la actividad física, el comportamiento sedentario o ambos, mientras solo tres evaluaron los comportamientos de forma objetiva. Además, siete revisiones reportaron múltiples resultados primarios, que incluían no solo cambios conductuales, sino también fisiológicos.
Convocatoria a la acción
La revisión general, según los autores, es la primera en resumir exhaustivamente los efectos de las intervenciones en el lugar de trabajo dirigidas al comportamiento sedentario y la actividad física.
El trabajo, en primer lugar, subraya la necesidad de considerar los cambios en la actividad física y el comportamiento sedentario en conjunto, en lugar de separado, por haberse demostrado que el aumento de la AFMV mitiga los riesgos de mortalidad y enfermedades no transmisibles asociadas con el tiempo sedentario prolongado. El hallazgo respalda el desarrollo de directrices duales que aborden sus efectos combinados.
En segundo lugar, el análisis del artículo identifica una superposición sustancial en los componentes de la intervención, con muchos estudios que evalúan sus efectos en ambos comportamientos.
En conjunto, las revelaciones del estudio desafían la justificación para tratar la actividad física y el comportamiento sedentario como resultados separados al sintetizar dicha evidencia.