Un amplio estudio de 13 189 áreas urbanas del mundo permitió confirmar que más de la mitad de ellas mostraron vínculos entre todos sus contaminantes, hallazgo que sugiere la probabilidad de fuentes comunes y, en consecuencia, capacidad para reducirse juntos.
Los investigadores mapearon los niveles de contaminación del aire y las emisiones de dióxido de carbono, proporcionando una evaluación completa de la calidad ambiental urbana.
El artículo que publica la revista Communications Earth & Environment + explica el desarrollo de una base de datos de contaminantes que afectan las áreas urbanas y el análisis de las tendencias temporales de las contaminaciones por materia particulada fina de ≤2,5 µm (PM 2,5), dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono (O3).
La investigación contempla el período 2005-2019 anterior a la pandemia de COVID-19.
Efectos sobre la salud
Ante el rápido crecimiento económico e industrial del mundo, la contaminación ambiental -incluida la contaminación del aire y los gases de efecto invernadero (GEI)- se convirtió en preocupación internacional con necesidad de ser abordada urgentemente.
La exposición a la contaminación del aire provoca efectos adversos para la salud relacionados, entre otros, con la morbilidad y la mortalidad por enfermedades cardiopulmonares y cáncer, así como resultados adversos en los nacimientos. Las partículas ambientales y el ozono representaron el cuarto y trigésimo factor de riesgo mundial, responsables de unas 5,2 millones de muertes prematuras en 2021, cifra imprecisa por únicamente incluir un subconjunto de contaminantes del aire como criterio exclusivo de sus efectos sobre la salud.
Las áreas urbanas contribuyen con más del 70% de las emisiones globales de GEI debido a las densas actividades antropogénicas emisoras de contaminantes. De manera similar, suelen tener niveles superiores de contaminación atmosférica que las no urbanas, impulsados por el aumento de las fuentes contaminantes y la alta densidad. Además, albergan grandes poblaciones afectadas por enfermedades asociadas con la contaminación atmosférica.
La mitad de la población mundial reside en zonas urbanas, proporción que aumentaría a los dos tercios en 2050. En consecuencia, el incremento de la contaminación atmosférica, combinado con el crecimiento numérico de los haboitantes expuestos, da por resultado mayores cargas de enfermedades atribuibles a la contaminación atmosférica.
Metodología del estudio
El ensayo utilizó datos de observaciones satelitales, mediciones terrestres y modelos informáticos para medir la contaminación atmosférica a nivel urbano y la cantidad promedio de dióxido de carbono liberado a la atmósfera en miles de zonas urbanas de diversas regiones del planeta.
El estudio ofrece la imagen certera de la evolución urbana mundial y demuestra, según sus autores, que el progreso si bien es posible también es desigual, ya que algunas ciudades experimentan un empeoramiento de la contaminación, mientras que en otras el paso del tiempo las acerca a un aire más limpio.
Resultados clave
* Más del 50% de las ciudades mostraron vínculos entre todos los contaminantes, lo que sugiere un probable origen en las mismas fuentes con posibilidad de reducirse juntos.
** Las áreas urbanas en regiones de altos ingresos con políticas ambientales agresivas experimentaron disminuciones simultáneas en todos los contaminantes.
*** Las ciudades de regiones que experimentan un rápido crecimiento demográfico y económico, incluido el sur de Asia y partes de África, experimentaron niveles crecientes de contaminación y emisiones.
**** La teledetección por satélite ofrece una oportunidad sin precedentes para rastrear los niveles de contaminación en todas las ciudades del mundo.
El enfoque integrado del trabajo ofrece a los responsables políticos, investigadores y defensores del clima, una valiosa herramienta para evaluar la eficacia de las estrategias que se proponen reducir la contaminación.
El seguimiento de las tendencias históricas de los contaminantes y el análisis de las correlaciones entre la contaminación atmosférica y las emisiones de dióxido de nitrógeno y dióxido de carbono, ofrece la información referida a cómo las zonas urbanas pueden avanzar en los objetivos climáticos y de salud pública.
+ Communications Earth & Environment
Tracking air pollution and CO2 emissions in 13,189 urban areas worldwide using large geospatial datasets
Soo-Yeon Kim, Gaige Hunter Kerr, Aaron van Donkelaar, Randall V. Martin, J. Jason West, Susan C. Anenberg
5 de mayo, 2025
https://doi.org/10.1038/s43247-025-02270-9
Filiación de los autores/as
Soo-Yeon Kim, Gaige Hunter Kerr & Susan C. Anenberg
Department of Environmental and Occupational Health, Milken Institute School of Public Health, George Washington University, Washington, DC, EE.UU.
Aaron van Donkelaar, Randall V. Martin
Department of Energy, Environmental & Chemical Engineering, Washington University in St. Louis, St. Louis, MO, EE.UU.
J. Jason West
Department of Environmental Sciences and Engineering, Gillings School of Global Public Health, University of North Carolina, Chapel Hill, NC, EE.UU.