La exposición fetal a sustancias químicas tóxicas "permanentes o eternas” durante el embarazo se asoció con una presión arterial (PA) más alta de lo normal durante el crecimiento hasta la edad adulta, informaron los autores del artículo publicado por la revista Journal of the American Heart Association - JACC *.
El estudio vincula la exposición prenatal a sustancias perfluoroalquilo y polifluoroalquilo (PFAS) por su capacidad para atravesar la placenta.
Los efectos latentes a largo de las PFAS sobre la PA infantil refuerzan la necesidad de atender la importancia de los contaminantes ambientales para prevenir la hipertensión en la población pediátrica.
Los autores destacan que su trabajo aprovecha los datos de seguimiento a largo plazo de la cohorte de nacimientos de la ciudad de Boston, EE.UU.
Los PFAS son sustancias químicas fluoradas sintéticas presentes en envases de alimentos, utensilios de cocina antiadherentes, pinturas y productos de cuidado personal.
Los investigadores lamentan la reducida cantidad de estudios que han hecho seguimiento de los niños el tiempo suficiente para examinar cómo las exposiciones tempranas afectan la PA desde la infancia hasta la adolescencia. La evaluación de los factores de riesgo ambientales para la PA pediátrica es importante en la medida que tiende a continuar desde la infancia hasta la edad adulta. Es decir, si un niño tiene una PA elevada en una etapa temprana de la vida, lo más probable será que la mantenga en la edad adulta con mayor riesgo de ECV.
Si bien las personas pueden incorporar medidas preventivas como usar filtros de agua y prescindir de los productos domésticos que las contienen, las PFAS están tan extendidas -en el agua potable, los envases de alimentos, los textiles y los cosméticos- que la sola acción individual es insuficiente. En función de ello, los autores consideran necesario incorporar cambios en las políticas preventivas de salud pública para eliminar gradualmente el uso de PFAS, mejorar el etiquetado con el fin de transparentar las consecuencias de los productos y reforzar la normativa para los sistemas de agua potable.
Detalles del estudio
Para dilucidar el impacto de la exposición prenatal a los PFAS en la presión arterial de adolescentes, los investigadores evaluaron 1094 muestras de sangre materna perteneciente a la cohorte de nacimientos de Boston, tomadas entre 24 y 72 horas después del parto (61 % de raza negra; 22 % de origen hispano).
A posteriori, se registraron mediciones seriadas de la presión arterial entre las edades de 3 a 18 años durante las visitas de rutina para la atención médica infantil (49 % varones).
Los investigadores analizaron los niveles de ocho PFAS diferentes en las muestras de sangre materna: ácido 2-(N-metil-perfluorooctano sulfonamido) acético [Me-PFOSA-AcOH], ácido perfluorodecanoico (PFDeA), ácido perfluoroheptanosulfónico (PFHpS), ácido perfluorohexanosulfónico (PFHxS), ácido perfluorononanoico (PFNA), ácido perfluorooctanoico (PFOA), ácido perfluorooctanosulfónico (PFOS) y ácido perfluoroundecanoico (PFUnA).
La PA sistólica/diastólica alta en niños de 3 a 12 años quedó definida como igual o superior al percentil 90. En niños de 13 a 18 años, se definió en 120/80 mmHg o superior.
La exposición prenatal elevada a PFDeA, PFNA y PFUnA se asoció significativamente con un percentil elevado de presión arterial sistólica.
La asociación entre la exposición prenatal a ciertos PFAS y el percentil de presión arterial sistólica infantil fue más fuerte en ciertos subgrupos; por ejemplo, con PFDeA, las asociaciones fueron más pronunciadas entre los niños mayores, los niños varones y los niños negros.
Desde el punto de vista biológico, la respuesta de niños y niñas a las exposiciones ambientales durante el desarrollo puede ser diferente. En términos sociales, los niños negros en EE.UU. enfrentan tasas más altas de hipertensión pediátrica, probablemente debido a una combinación de factores estructurales, estrés crónico y acceso desigual a los recursos.
La exposición a PFAS podría ser un factor adicional que contribuya ala elevación del riesgo. Los productos de consumo con mayor contenido de PFAS, como alimentos envasados ??o materiales resistentes al agua, también son utilizados con mayor frecuencia en hogares con carencias socioeconómicas.
Soluciones privadas y colectivas
Pese a la dificultad para controlar la exposición a sustancias químicas, los padres pueden adoptar medidas de peso para mejorar la salud cardiovascular de sus hijos: fomentar una dieta sana, actividad física regular, mantener un peso saludable y reducir la ingesta de sa,l pueden ayudar a reducir la presión arterial y promover la salud cardíaca.
Los autores enfatizan la necesidad de nuevos estudios que permitan la identificación de factores sociales subyacentes impulsores de asociaciones más fuertes en grupos de población específicos.
Los hallazgos de diferencias raciales y étnicas requieren replicaciones por ser el primer estudio que investigó asociaciones longitudinales entre exposiciones prenatales a PFAS y PA infantil desde la primera infancia hasta la adolescencia en una población con predominio de personas negras e hispanas.
* Journal of the American Heart Association
Prenatal Per? and Polyfluoroalkyl Substance Exposures and Longitudinal Blood Pressure Measurements in Children Aged 3 to 18 Years: Findings From a Racially and Ethnically Diverse US Birth Cohort
Zeyu Li, Guoying Wang, Xiumei Hong, Tammy M. Brady, Colleen Pearson, Jessie P. Buckley, Xiaobin Wang, Mingyu Zhang
12 de junio, 2025; Vol 14, N° 12
https://doi.org/10.1161/JAHA.124.039949