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Las vacunas preventivas pueden mitigar el riesgo de enfermedad cardiovascular provocado por las infecciones virales comunes
Journal of the American College of Cardiology (JACC) Los Angeles, EE.UU. 05 Noviembre, 2025

Los virus de la influenza, COVID-19, hepatitis C y herpes zóster guardarían relación con el acrecentamiento temprano de riesgos cardiovasculares, así como los virus que permanecen latentes pueden aumentar el riesgo a largo plazo.

Las medidas preventivas pueden reducir el riesgo de eventos cardiovasculares graves producidos por las infecciones virales, razón por la cual la investigación hace hincapié en la realización de mayores esfuerzos para aumentar la aceptación de las vacunas a nivel mundial.

La revisión sistemática y metanálisis publicado por la revista Journal of the American Heart Association * examina la asociación de las infecciones virales con el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV), incluyendo la cardiopatía isquémica y el evento cerebrovascular.
Los autores advierten la falta de evaluaciones epidemiológicas exhaustivas que examinen la asociación entre las infecciones virales y la ECV. Al explicar sus objetivos, aclaran que las revisiones previas pusieron el acento en virus específicos, además de examinar en profundidad el riesgo de evento cerebrovascular; sin embargo, carecieron de información referida a cardiopatía isquémica.
El virus del papiloma humano (VPH), el de la hepatitis B y otros, es bien sabido que pueden causar cáncer; sin embargo, los autores consideran que se comprende menos el vínculo entre las infecciones virales y enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares.

El riesgo se quintuplica
La revisión abarcó 52.336 estudios de los cuales 155 cumplieron con los criterios de inclusión determinados:
105 correspondieron a estudios de cohortes, 31 de casos y controles, 2 de casos y cohortes, 15 a casos y controles individuales y 2 utilizaron tanto casos y controles individuales como estudios de cohortes.
Evaluaron una sola infección viral 137 estudios, mientras que 18 comprendieron infecciones virales múltiples (≥2 virus). La mayoría de los trabajos fueron llevados a cabo en Norteamérica (67), Europa (46) y Asia Oriental (32).
Las series de casos autocontrolados vincularon la gripe con un riesgo cuatro veces mayor de infarto de miocardio y, durante el primer mes, observaron el riesgo cinco veces mayor de evento cerebrovascular. Por otra parte,  los estudios de cohortes sugirieron un mayor riesgo de enfermedad coronaria (EC) con infección por hepatitis C y evento cerebrovascular. 

Fue constante la asociación del VIH con el mayor riesgo de cardiopatía isquémica y evento cerebrovascular, al igual que el SARS-CoV-2 para cardiopatía isquémica y evento cerebrovascular. Asimismo, el artículo también da cuenta de la asociación del herpes zóster con el mayor riesgo de cardiopatía isquémica y evento cerebrovascular. La evidencia sobre el efecto del citomegalovirus, causante de defectos congénitos, fue insuficiente en las enfermedades cardiovasculares.

Los autores señalan que las infecciones virales desencadenan la liberación por parte del sistema inmunitario de sustancias que provocan inflamación y aumentan el riesgo de coágulos sanguíneos, procesos que al persistir mucho después de la infección inicial elevarían el riesgo de infarto y eventos cerebrovasculares.
La posibilidad  de padecer enfermedades cardiovasculares es menor en el caso del VIH, la hepatitis C y el herpes zóster que el riesgo a corto plazo que se presenta tras la gripe y la COVID-19. Pese a ello, los riesgos asociados a los tres virus siguen siendo clínicamente relevantes, especialmente cuando persisten durante un largo periodo de tiempo.
El elevado riesgo asociado al herpes zóster que afecta a un tercio de las personas, acarrea un importante número de enfermedades cardiovasculares a nivel poblacional.

Aunque América Latina, África y el sur y sureste de Asia enfrentan una mayor carga de enfermedades infecciosas, llama la atención de los autores la escasez de estudios realizados que reflejen la situación de estas regiones. Por ejemplo, las tasas de morbilidad y mortalidad por influenza, particularmente en adultos mayores, son las más altas en África subsahariana y el sureste de Asia.
La distribución de los factores de riesgo convencionales para las enfermedades cardiovasculares, los patógenos virales y el acceso a la atención médica varía entre países. Además, las infecciones virales múltiples pueden tener efectos acumulativos sobre el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Prevención con vacunas
Para los autores, la importancia de las medidas preventivas integradas, especialmente en adultos con factores de riesgo tradicionales de ECV, las vacunas desempeñan un papel importante en la prevención del riesgo. 
La conclusión incluye el pedido de más investigación sobre el vínculo entre el riesgo de enfermedad cardíaca y el citomegalovirus, el herpes simple tipo 1, la hepatitis A, el virus sincitial respiratorio (VSR), el chikungunya, el dengue y el del papiloma humano, que puede causar cáncer de cuello uterino y otros.



* Journal of the American Heart Association
Viral Infections and Risk of Cardiovascular Disease: Systematic Review and Meta?Analysis
Kosuke Kawai, Cresencia Felician Muhere, Joel M. Francis
29 de octubre, 2025
https://doi.org/10.1161/JAHA.125.0426

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