Las concentraciones plasmáticas bajas de LDL-C guardan asociación inversa con el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en la población general.
La mayor incidencia de diabetes tipo 2 observada con niveles bajos de LDL-C es la consecuencia prácticamente independiente del tratamiento con estatinas.
La investigación que publica la revista Cardiovascular Diabetology * evalúa la posible relación entre los niveles plasmáticos de LDL-C y la incidencia de nuevos casos de diabetes tipo 2. El trabajo procura definir el impacto de las estatinas mediante el agrupamiento de la población según reciba el tratamiento o no.
Particularidades del trabajo
Los autores destacan que su estudio es el primero en investigar la relación en una población general amplia y no seleccionada, en lugar de basarse en participantes de biobancos o metaanálisis genéticos.
A diferencia de enfoques anteriores, la base de datos de atención primaria que emplearon proporciona una muestra de amplia representación poblacional. En Italia, a todos los ciudadanos se les asigna un médico de atención primaria (médico de familia) que les realiza un seguimiento incluso en ausencia de patologías específicas. Por consiguiente, la base de datos incluye no solo a pacientes con enfermedades diagnosticadas, sino también a personas sin ninguna enfermedad conocida (o al menos sin conocimiento de padecerla), quienes, no obstante, son monitorizadas en seguimientos que se prolongan al cabo del tiempo.
La distinción metodológica es resaltada por el estudio como importante, en vista de que la asociación entre el colesterol LDL y el riesgo de diabetes tipo 2 puede variar según los determinantes genéticos subyacentes; es decir, indicaría que los hallazgos de los estudios genéticos no pueden extenderse a poblaciones reales.
En el contexto descripto, el estudio demuestra una clara asociación inversa entre los niveles de LDL-C y la incidencia de diabetes tipo 2 durante un seguimiento prolongado, con mayor riesgo de diabetes tipo 2 en los individuos con niveles de LDL-C inferiores a 84 mg/dL y menor riesgo en aquellos con LDL-C > 131 mg/dL, lo que podría reflejar la influencia de variantes genéticas.
Diseño de la investigación
El análisis de cohorte poblacional utilizó la base de datos COMEGEN (Cooperativa di MEdicinaGENerale), red de médicos de atención primaria que opera dentro de la Autoridad Sanitaria Local de Nápoles, dependiente del Ministerio de Sanidad italiano.
COMEGEN cuenta en la actualidad con 140 médicos de familia interconectados por medio un sistema compartido de historia clínica electrónica que abarca las historias clínicas de más de 200 000 pacientes adultos. Los médicos introducen cada día nuevos informes que reflejan su actividad clínica ambulatoria.
La base de datos incluye información detallada sobre signos vitales, medidas antropométricas como peso, talla, índice de masa corporal (IMC) y perímetro de cintura, así como afecciones crónicas, consultas médicas, ingresos hospitalarios, visitas a urgencias, medicamentos dispensados, pruebas diagnósticas, vacunaciones y datos de mortalidad, con la inclusión de las fechas y causas de los decesos. La supervisión del tiempo de seguimiento de cada persona en la base COMEGEN permite un cálculo consistente de las tasas de incidencia; proporciona fechas exactas de entrada en la cohorte, aportación de datos, fallecimiento, finalización del seguimiento y conclusión de la observación.
El conjunto de datos disponible también incluye perfiles demográficos, características clínicas, resultados de laboratorio y tratamientos farmacológicos. El volumen de información permite evaluar casi en tiempo real la atención de las vías clínicas, los resultados del tratamiento, la utilización de diagnósticos, el manejo farmacológico, la complejidad y la carga de comorbilidad de las personas registradas.
Muestra del estudio
La selección de pacientes, que abarcó el período enero de 2010 a marzo de 2025, comprendió a todos los individuos de 18 a 90 años con las mediciones físicas disponibles de peso, talla, IMC, frecuencia cardíaca y presión arterial; mediciones bioquímicas (creatinina sérica, glucosa en ayunas, colesterol total, colesterol HDL y LDL, triglicéridos, transaminasas séricas, hemoglobina y recuento de plaquetas); y antecedentes médicos (eventos coronarios/carotídeos, diabetes, hipertensión y tabaquismo).
Los tratamientos crónicos actuales se clasificaron en tres categorías: antihipertensivos, antidiabéticos e hipolipemiantes.
Resultados
El análisis de las 202 545 historias clínicas electrónicas anonimizadas permitió conformar la cohorte final de 13 674 participantes con edades entre 19 y 90 años. De estos, la edad media fue de 62 años con 58% hombres; la media basal de LDL-C fue de 105 mg/dL, el colesterol total de 187 mg/dL, HDL-C de 51 mg/dL, triglicéridos de 104 (57) mg/dL, función hepática de GOT 21mU/mL y la de GPT 20 mU/mL, y al 52 % de la cohorte se le prescribió tratamiento con estatinas. Durante un seguimiento medio de 71,6 meses 1.819 individuos (13%) desarrollaron diabetes tipo 2 incidente.
La cohorte, estratificada según el tratamiento con estatinas, presentó usuarios de estatinas mayores, con IMC, glucemia en ayunas y niveles de creatinina sérica más elevados, así como mayor prevalencia de hipertensión y niveles de LDL-C más bajos.
Los autores verificaron el desarrolló diabetes tipo 2 (DM2) en 1424 pacientes (20%) que recibían estatinas y en 395 pacientes (6%) que no la recibían. Además, identificaron una interacción significativa entre el tratamiento con estatinas y los niveles de LDL-C en el riesgo de DM2.
Cuando se incluyó la interacción con las estatinas en un modelo multivariable adicional, solo el grupo con colesterol LDL muy alto (≥ 131 mg/dL) mostró un riesgo elevado notable de diabetes tipo 2 (DM2) en pacientes que tomaban estatinas en comparación con quienes no las tomaban. En cambio, la interacción entre el uso de estatinas y el riesgo de DM2 careció de significación estadística en los demás grupos de colesterol LDL. El hallazgo destaca que, pese al aumento de DM2 con el uso de estatinas en una cantidad constante en cada grupo de colesterol LDL, el riesgo es diferente y crece significativamente solo en el grupo con colesterol LDL muy alto.
Conclusiones firmes
Al concluir el informe, los autores ratifican que sus hallazgos demuestran que las concentraciones plasmáticas bajas de LDL-C se asocian inversamente con el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en la población general. Por último destacan, que la mayor incidencia de diabetes tipo 2 observada con niveles bajos de LDL-C es producida de forma prácticamente independiente del tratamiento con estatinas.
* Cardiovascular Diabetology
A six-year longitudinal study identifies a statin-independent association between low LDL-cholesterol and risk of type 2 diabetes
Maria Lembo, Valentina Trimarco, Daniela Pacella, Raffaele Izzo, Stanislovas S. Jankauskas, Roberto Piccinocchi, Paola Gallo, Luca Bardi, Gaetano Piccinocchi, Carmine Morisco, Stefano Cristiano, Giovanni Esposito, Giuseppe Giugliano, Maria Virginia Manzi, Gaetano Santulli, Bruno Trimarco
11 de noviembre, 2025
