Por Rafael Bernal Castro
Editor científico
Fundación SIIC
Las reducidas tasas de vacunación de Estados Unidos representan una de las principales razones del desmedido aumento de hospitalizaciones y muertes por gripe durante la temporada invernal del año pasado, considerada una de las más mortales del siglo.
El retroceso en la Argentina
La jerarquización de las decisiones individuales por sobre las colectivas, así como el beneficio de los inversores en perjuicio de los cotidianos hacedores, configuran las conductas similares de los gobernantes de EE.UU. y la Argentina. La crueldad con que se exhiben en el campo de la salud pública supera ampliamente las consecuencias también dolorosas de otros escenarios.
La infectóloga Florencia Kahn testimonió pocos días atrás la situación al dar cuenta que "este año ya fallecieron siete bebes por tos convulsa porque sus madres no recibieron la vacuna triple bacteriana acelular”, y recuerda "que las vacunas que están contempladas en el calendario de vacunación son gratuitas pero también obligatorias, es decir, son un derecho pero también una obligación porque no me protejo solo yo, sino también quienes me rodean".
Evento para parecerse
El descenso de los índices vacunatorios que ocurre en el norte tambíen se verifica en la otra punta del mismo continente americano, extremos gobernados en el último par de años por socios ideológicos y comerciales. La Argentina padece una política de imposiciones a modelos sanitarios extraños cuyos resultados arrojan consecuencias lamentables.
Desde octubre la comunidad médica y científica argentina encendió las alarmas por la convocatoria formal en dependencias del Congreso Nacional a la jornada ¿Qué contienen realmente las vacunas COVID-19?: Perspectivas Legales, Políticas, Genéticas e Infectológicas.
El pretendido debate público, organizado para fines de noviembre por los representantes parlamentarios que adhieren a las medidas condicionantes de la salud pública argentina impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), podría “provocar reticencia a vacunarse en la comunidad o dudas respecto al valor de las vacunas”. La frase advierte y unifica el accionar de diversas sociedades científicas y médicas que piden formalmente la suspensión del evento: Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP); Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE); Sociedad Argentina de Virología; Sociedad Argentina de Pediatría; Sociedad Argentina de Infectología ( SADI); Sociedad Argentina de Medicina y Asociación Argentina de Microbiología, entre otras.
Información restringida
Los investigadores de EE.UU. sostienen una lucha inédita para comprender la evolución de las tasas de infección respiratoria y vacunación.
La habitual provisión de datos facilitada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. se ve afectada por el prolongado cierre del gobierno que detuvo la recopilación y envío de informes justo cuando las infecciones respiratorias comenzaban a aumentar. Mientras tanto, desde que Robert F. Kennedy Jr., asumió la secretaría de Salud y la dirección de los CDC y otras agencias estatales, creció la ya limitada dedicación gubernamental para difundir las vacunas preventivas. La política sanitaria que impulsa el renombrado secretario y activista antivacunas, fomentó el descreimiento en la seguridad de las vacunas, incluidas las existentes contra la gripe.
Visita a la Argentina
El alto funcionario visitó en mayo la Argentina para entrevistarse con el presidente Javier Milei y contrapartes del ejecutivo nacional como el ministro de Salud Mario Lugones. En charla animada con la prensa local el jefe trumpista de la salud se definió enemigo de los “controles totalitarios” (sic) para aclarar de inmediato que “no nos retiramos del escenario mundial, nos incluimos en un nuevo paradigma, la ciencia libre de los controles políticos”, que adjudicó a la OMS. Al instante, el ministro argentino no solo declaró orgulloso “salimos los dos países [de la OMS], tenemos los caminos más alineados de lo que pensaba”, sino que también recalcó las coincidencias en las críticas a l organismo mundial por la estrategia vacunatoria que desplegó durante la pandemia: “fuimos todos cobayos, pero no hubo placebo que nos digan si las vacunas servían o no”.
Evidencias de la antivacunación
En los meses de diciembre a marzo últimos, la tasa general de hospitalización por gripe en EE.UU. fue la más alta desde la pandemia de gripe H1N1 de hace 15 años. La enfermedad constituyó la causa subyacente o contribuyente de más de 18.000 muertes, de las cuales 1.800 ocurrieron en solo una semana de los primeros días de 2025, el mayor pico de por lo menos una década. Las muertes infantiles por gripe también excedieron notablemente a las habituales.
El lento comienzo de la temporada de gripe impide conocer con claridad si será tan grave como la del invierno pasado, pero algunos especialistas manifiestan preocupación en vista de que los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicados el viernes 21 de noviembre muestran el surgimiento de una nueva versión del virus.
Un análisis preliminar sugiere que las vacunas actuales aún pueden ser algo efectivas contra la nueva versión de la gripe, que ha sido el principal factor de las infecciones recientes, según muestran los datos de los CDC. Los datos del organismo muestran actualmente una baja actividad de la gripe, con solo el estado de Luisiana reportando una actividad moderada.
Las infecciones preponderantes informadas correspondieron a niños, según comentan los funcionarios especializados que monitorean las infecciones de gripe para la agencia estatal de EE.UU. En ellas predomina la nueva versión del virus H3N2 tipo A, causante histórico del grueso de las hospitalizaciones y muertes en personas mayores, responsable de la mayoría de las infecciones de gripe del año en curso. Diversas opiniones de la comunidad médica aclaran que más de la mitad mantienen asociación con la nueva variante del subclado K, diferente de la cepa contra la que se diseñaron las vacunas antigripales del año.
Un análisis preliminar llevado a cabo en el Reino Unido sugiere que las vacunas ofrecen al menos una protección parcial, pese al tiempo que insumirá determinar la eficacia con exactitud. Los especialistas afirman que es importante obtener cualquier protección que atenúe el impacto de la infección de gripe.
La gripe temporal tiende a empeorar en Norteamérica entre diciembre y febrero, con probable aceleración a medida que la población viaja para reunirse en las tradicionales fiestas de la época.
Desplome concreto
De hecho, continua el desplome de las tasas de vacunación contra la COVID-19; las cifras de niños y adultos con vacunación al día rondan el 6% y 14%, respectivamente, según los datos de los CDC publicados el viernes 21 próximo pasado. Las dos cifras son alrededor del 3% menor que las del registradas en otoño de 2024.
En cuanto a la gripe, las tendencias de vacunación son un poco más confusas. Diversas fuentes informan que, en comparación con el año pasado, en las farmacias estadounidenses el suministro de la antigripal disminuyó hasta finales de octubre en más de dos millones de vacunas, según los datos proporcionados por IQVIA, empresa dedicada a la información e investigación sanitaria.
Encuadre informativo
Según otro conjunto de datos aportados por los CDC, en el caso de los niños, la tasa de vacunación del 34% medida en el 2025 es prácticamente la misma que la del otoño pasado, mientras la de los adultos aumentó hasta aproximadamente el 37%.
Los funcionarios encuadrados en la política sanitaria que dirige el secretario de salud R. Kennedy, manifestaron ante medios especializados que aún es temprano para saber si el aumento mantendrá la tendencia. A principios de noviembre, la tasa de hospitalización por gripe en EE.UU. era aproximadamente la misma que en el mismo momento en 2024; mientras las de COVID-19 y el virus respiratorio VSR, permanecían más bajas en lo que va de la temporada.
Irresponsabilidad científica
La realización del evento a celebrarse en la sede del Congreso Nacional, calificado de “tendencioso e inequitativo” por las sociedades de profesionales médicos, fue organizado “en momentos en que encontramos tasas de vacunación alarmantemente bajas, tanto para el Covid como para otras enfermedades” que estaban controladas. Además, remarcaron que es “imperioso continuar con el compromiso de nuestro país con la salud pública, reconociendo las vacunas como bien fundamental para la comunidad".